PSOE y PP abandonan la mesa de negociación por las diferencias sobre las comisiones de investigación
El acuerdo tampoco fue ayer posible entre el PSOE y el PP para elaborar un nuevo reglamento del Congreso. El escollo, una vez más, ha estado en cuántos diputados pueden tener capacidad para proponer ycrear comisiones de investigación. El PSOE mantiene su tesis de que se necesite una mayoría para crearlas; el PP, en una fórmula un tanto alambicada, defiende que sólo la mayoría absoluta (176 diputados) pueda vetarlas. Así las cosas, populares y socialistas han hecho "un alto en el camino", según expresión del secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, dado que, por ahora, nadie quiere anunciar la ruptura. Las conversaciones seguirán la próxima semana.
Después de cuatro horas de debate, los populares y los socialistas se levantaron de la mesa sin acuerdo. Como en la legislatura pasada y la anterior, las comisiones de investigación se colocan como barrera para el consenso.Dado que el PSOE ya no tiene mayoría absoluta, los populares han cambiado su vieja pro puesta según la cual una comisión debería salir adelante si dos grupos la proponían. Ahora, han ideado otra fórmula que deja igualmente en posición difícil a quien gobierne sin mayoría absoluta. Esto es: para rechazar la propuesta, se necesitan 176 votos.
El PSOE es consciente de que este veto no siempre le resultará fácil. Los socialistas se plantean este ejemplo: PP e IU pueden votar a favor de la creación de una comisión de investigación y salir triunfantes aunque el PSOE vote en contra y siempre que CIU no decida apoyarle, cosa que los socialistas son conscientes que puede ocurrir en cualquier momento.
Mayoría simple
Los socialistas han hecho una contrapropuesta que los populares han rechazado: estarían dispuestos a que la capacidad de veto a la creación de una comisión de investigación fuera por mayoría simple. Ante esta sugerencia, los populares han decidido levantarse de la mesa y darse una semana para pensárselo.
Francisco Álvarez Cascos, acompañado del portavoz parlamentario, Rodrigo Rato, y del vicesecretario general, Mariano Rajoy, expuso anoche los motivos de la ruptura. Álvarez Cascos se situó, como en las dos anteriores reuniones, en una actitud de "escepticismo".
Esta postura contrastó minutos después con el voluntarismo mostrado por el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, que encabezaba la delegación formada por el presidente de grupo, Carlos Solchaga, y el secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas.
Para Pérez Rubalcaba es posible el acuerdo y así lo intentará en ocho días. De lo que no parece que se vayan a apear los socialistas es de la necesidad de que las peticiones de los grupos salgan adelante siempre que la mayoría lo quiera. Argumentan que las minorías no deben imponer su voluntad a la mayoría.
Socialistas y populares no pudieron ayer abordar las otras medidas ya esbozadas dentro del llamado impulso demócratico, al quedar empantanadas en las reformas de los reglamentos del Congreso y del Senado. Quedan aparcadas la ampliación de competencias para el Consejo General del Poder Judicial, la reforma de la Ley Electoral y la Ley de Contratos del Estado. Según Álvarez Cascos, Ias distancias son amplias y difícilmente evaluables en lo que se refiere al control del Gobierno y a las comisiones".
Distintos puntos de vista
Aunque no fue demasiado preciso, Alvarez Cascos reflejó los distintos puntos de vista que tiene su grupo con el socialista respecto a la presencia de altos cargos en las Cámaras, incluidos el presidente y el vicepresidente del Gobierno, cuando lo solicite la oposición. Todo ello quedará para la próxima semana, al igual que una nueva reunión con Izquierda Unida.
IU, por su parte, sigue pendiente de que el PSOE les convoque para la próxima semana, después de que hace 10 días les dejaran plantados ya en la sala de reuniones al conocer el contenido de la carta que su coordinador, Julio Anguita, había dirigido a Felipe González, y que colocaba al líder socialista a la cabeza "de la reacción" en Europa.
La portavoz adjunta de IU, Rosa Agudar, ha declarado que las negociaciones "están rotas" y que espera una disculpa seria del Gobierno antes de volverse a reunir, ya que, a su juicio, no había motivos para suspender la reunión pasada.
Anguita afirmó ayer que antes de hablar de impulso democrático, los socialistas tendrían que hablar "de urbanidad, buenas costumbres y formas democráticas". Anguita no ve motivos para tanto escándalo por su carta. "Lo que decía la carta sigue siendo verdad, y no justifico la suspensión de la reunión, dado que el PSOE no ha roto con los sindicatos cuando han puesto verde al Gobierno, ni con Aznar cuando ataca a González".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Carlos Solchaga
- Rodrigo Rato
- V Legislatura España
- Declaraciones prensa
- Alfredo Pérez Rubalcaba
- José María Benegas
- Política nacional
- Mariano Rajoy
- Francisco Álvarez Cascos
- PSE-EE PSOE
- Congreso Diputados
- CiU
- Comisiones investigación
- Comisiones parlamentarias
- Izquierda Unida
- PSOE
- Legislaturas políticas
- PP
- Partidos políticos
- Parlamento
- Gente
- Gobierno
- Administración Estado
- Administración pública
- España