Memoria de Occidente
Se celebra, con esta muestra, el 70º aniversario de la Revista de Occidente, a través de un riguroso esfuerzo de reconstrucción de su memoria dilatada y multidisciplinar. Si hay una referencia auténticamente vertebral, ejemplar e intachable, en el esfuerzo generacional de modernización del tejido global de la cultura española en esas décadas cruciales y compulsivas de los veinte y treinta, esa es, desde luego -y parece ocioso recordarlo-, la publicación impulsada, en julio de 1923, por José Ortega y Gasset. Mas, también, desde su reaparición en los años sesenta, la revista ha sabido mantener intacto, hasta el presente, el aliento que marcó su significación histórica.Como es común en este tipo de proyectos -y tanto más en un caso como el de la publicación orteguiana, con su interpretación de la cultura como un tejido integral-, la exposición abarca toda suerte de materiales documentales: bibliográficos, fotográficos, fílmicos, sonoros. Pero aun así, y sin duda buscando un medio idóneo para transmitir, mejor que con mil palabras, lo que el talante de la revista supuso, se ha hecho especial énfasis en, sus vínculos con las artes plásticas, reflejando a un tiempo su atención puntual al panorama de las tendencias clave de renovación de la vanguardia, así como la colaboración directa de artistas que han encarnado, a lo largo de la historia de la publicación, un compromiso abierto y libre con la creación más viva de cada periodo. La exposición consta de tres partes, centradas en las sucesivas fases de la trayectoria de la revista, y a las que se ha dado enfoques y tratamientos diversos; tienen incluso -las dos primeras y la tercera- comisarios distintos. Esa diversificación genera, a mi juicio, un cierto desconcierto y distorsiona finalmente un proyecto que, por otros muchos aspectos, resulta sin duda ejemplar.
Desde Occidente
Círculo de Bellas Artes. Marqués de Casa Riera, 2. Madrid. Hasta el 7 de enero.
Etapa legendaria
No es que la idea no fuera viable: generar un voluntario contraste entre la evocación de la historia y, de algún modo, una formulación más viva del presente, capaz de resaltar, precisamente, la idea de un proyecto en marcha, fiel, desde las coordenadas actuales, al aliento fundacional. Pero, en su resolución concreta, no funciona. Para mi gusto, la parte mejor es sin discusión la que, bajo la denominación Circa 1927, se centra en aquella primera etapa legendaria que nos conduce desde la fundación de la revista hasta el momento en que se trunca brutalmente su andadura, con la irrupción de aquel que se dio en llamar también, amarga ironía, centinela de Occidente. Juega a favor de este apartado, desde luego, el carisma indudable de la época, su significación y el aura de las obras y materiales que la reflejan. Pero también una selección incisiva, sutil y muy bien equilibrada, arropada por un sugerente diseño de montaje. La memoria de los vínculos artísticos descansa aquí en una impresionante cadencia de nombres míticos (Picasso, Bores, Barradas, Cossío, Dalí, Ferrant, Maruja Mallo, Lorca, Miró, Palencia, Torres García), evocados por una selección de obras que alterna materiales directamente vinculados a la revista con ejemplos siempre adecuados a las figuras o movimientos que en ella se reflejaron. Se han eludido los grandes formatos, y ello mejora el balance entre los materiales internos y externos a la publicación. Y esa opción define, a su vez, el tono adecuado a la prolongación en una segunda etapa, con las colaboraciones, en viñetas e ilustraciones, de nombres clave en el arte de la segunda mitad del siglo.
Tal vez eso -la disparidad de formatos- sea lo que acentúe la ruptura que impone la tercera parte, junto a un cambio de diseño que concluye el itinerario con una secuencia de cubículos semejantes a casetas de una feria de arte. Pero, insisto, es sobre todo la articulación formal lo que falla, y no el interés de los contenidos, que, en este último sector, siguen siendo, a su distinta manera, pertinentes.
No en vano, la selección de nombres reunida bajo la denominación Once artistas en portada (Dis Berlín, Roberto Cabot, Victoria Civera, Federico Guzmán, José Herrera, Moraza, Palmero, Paneque, Rojas, Pedro G. Romero y Aureli Ruiz), así como las piezas que los representan, se adentran en lo más vivo de nuestro arte reciente, para certificar la buena salud de esta joven revista, fiel al espíritu, renovador y plural, que le dio origen.
Babelia
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