Un magistrado del Supremo de Chile considerado como demócrata se hace cargo del 'caso Soria'
Carmelo Soria, que trabajaba en una dependencia de la ONU en Chile y tenía estatuto diplomático, fue asesinado el 14 de julio de 1976 por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina), la policía política de la dictadura militar de Augusto Pinochet. Un alto dirigente de uno de los partidos que forman la coalición de Gobierno declaró a este periódico sin permitir citar su nombre, que la decisión del tribunal militar en el caso Soria constituye "una bofetada para el Gobierno de [patricio] Aylwin".El juez militar Enrique Ibarra, visiblemente contrariado por el fallo del plenario de CSJ, aseguró ayer que el Ejército respetará, "como siempre lo ha hecho", las resoluciones del Supremo.
La CSJ designó al magistrado Marcos Libedinsky, uno de los tres jueces que fue nombrado por el presidente Patricio Aylwin desde el restablecimiento de la democracia en Chile. Los 14 restantes magistrados son una herencia de la CSJ que actuó durante la dictadura. Libedinsky goza de prestigio por su entereza e independencia de criterio. Durante la dictadura, en 1977, fue uno de los dos jueces que dieron curso a un recurso de amparo en favor de un detenido desaparecido, Carlos Contreras, alto dirigente del Partido Comunista.
La sentencia de la CSJ fue recibida con agrado por la hija de Carmelo Soria, Carmen, quien declaró: "Me parece que es lo que le correspondía hacer a la Corte Suprema. Ahora espero que con el nombramiento del magistrado se llegue a la condena final de los que asesinaron a mi padre". El abogado de la familia Soria, Alfonso Insunza, declaró a Manuel Délano que estaba "conforme con el fallo, porque restableció el imperio del Derecho". Sostuvo el abogado que tiene plena confianza en el magistrado para llegar al total esclarecimiento del caso. Insunza piensa pedir que el juez militar anule la sentencia absolutoria y envíe el expediente al juez civil. En estas complicadas idas y venidas de un tribunal a otro y los vuelcos en las votaciones del Tribunal Supremo, se produjeron múltiples enredos que resultarían risibles si no estuviese de por medio un horrible asesinato.
La CSJ revocó por 10 a dos la votación de siete contra seis de unos días antes. En la decisión de ayer, faltaron cinco jueces, dos por baja médica y tres que estaban de permiso.
Más chocante es lo ocurrido con el expediente del caso, algo digno de una comedia grotesca. El original se encontraba en el Supremo. El tribunal militar que sobreseyó el caso y amnistió a los inculpados actuó sobre la base de fotocopias compulsadas. Ahora se da la paradoja que el expediente militar, es decir las fotocopias, por tratarse de cosa juzgada, es público. Mientras tanto el original que tiene la CSJ está sometido al secreto sumarial.
Conflicto internacional
En el cambio de actitud de la CSJ ha tenido un papel importante la decisión del Gobierno español de llamar a consulta a Madrid a su embajador en Chile, Pedro Bermejo. El Gobierno chileno argumentó que la decisión de pasar al fuero militar el caso dañaba sus relaciones internacionales, como lo prueba precisamente la retirada del diplomático. La sentencia de la CSJ, que rehabilita en parte a un tribunal sobre el que flota el tufo de haber servido a la dictadura pinochetista, se conoció a menos de 24 horas de la apertura de las urnas. Más de ocho millones de chilenos están convocados hoy para elegir presidente, nueva Cámara de Diputados y 18 de los 47 senadores. Todos los sondeos coinciden en que el ingeniero de 51 años Eduardo Frei, candidato de la Concertación por la Democracia, de centroizquierda, ganará la elección presidencial con una cómoda mayoría absoluta, que hará superflua la segunda vuelta.
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