Huelga de banqueros en Rusia por los asesinatos que diezman sus fílas

Los bancos de Rusia guardaron ayer luto y cerraron sus puertas al público en protesta por la cadena de asesinatos que diezman las filas de los nuevos financieros. Perfumados con lociones occidentales, luciendo bufandas de seda y sosteniendo torpemente ramos de rosas y crisantemos, los miembros de la élite bancaria rusa rindieron ayer los últimos honores a Nikólai Líjachov, el director de Rosseljozbank, uno de los primeros 10 bancos de Rusia, asesinado el jueves en el portal de su domicilio.Toda la banca rusa, tanto pública como privada, estaba representada en los múltiples ejecutivos que, a bordo de lujosos coches occidentales, acudieron a los funerales de Líjachov en el crematorio más prestigioso de Moscú, perteneciente a la clínica del Kremlin, en el barrio de Kúnzevo. El finado, un antiguo funcionarlo de la banca estatal soviética, cuya vida fue interrumpida a los 55 años por dos tiros de una pistola Makárov, yacía en un lujoso ataúd de caoba, abierto de acuerdo con la costumbre rusa. Lijachov hizo su carrera en el Banco Agrícola, una institución creada en 1991, en el proceso de diversificación de la banca estatal soviética. El Banco Agrícola se transformó después en el banco comercial Rosseljozbank.

En un silencio interrumpido ocasionalmente por los transmisores-receptores de los guardaespaldas, los primeros banqueros de Rusia se despidieron de Lijachov, y entre ellos el presidente del Banco Central, Víctor Geráshenko. "Nosotros somos culpables, porque contemplamos impasibles la impotencia del poder que nos invita a votar el 12 de diciembre", manifestó Geráshenko, que convirtió su alocución en un mensaje político contra el sector radical del Gobierno. "Nosotros haremos nuestra opción, que no será la Opción de Rusia, sino que será la opción de aquellos que están dispuestos a luchar por el nuevo Parlamento, por Rusia, por la democracia y no el desorden, por la reforma en interés del pueblo y no a favor de los intereses de un grupo", afirmó.

"La incapacidad de los órganos de poder para oponerse a esto ha superado el límite de la paciencia", dijo a este periódico el presidente del Banco Central, enzarzado actualmente en una dura polémica con el ministro de Finanzas, Borís Fiódorov. Geráshenko comparó recientemente al Gobierno- con un "burdel" y manifestó que ya era hora de "cambiar a las chicas". Fiódorov, a su vez, acusa a Geráshenko de arruinar la política antiinflacionista del Gobierno.

Nuevo grupo social

El 19 de noviembre, Líjachov estuvo entre los banqueros que se entrevistaron con Borís Yeltsin y pidieron al presidente de Rusia que el Estado velara por su seguridad. Lijachov es considerada la víctima número 20 entre los banqueros importantes asesinados este año. Los financieros rusos constituyen un nuevo grupo social que se caracteriza al mismo tiempo por su poder y por su fragilidad, ya que son un objetivo frecuente de atentados.

Serguél Yegórov, el presidente de la Asociación de Bancos de Rusia, manifestó ayer que las autoridades no han hecho nada para atender a las reivindicaciones de seguridad formuladas por los banqueros en julio pasado. "Los órganos del orden público consideran que todos estos incidentes son nuestros problemas internos", afirmó Yegórov, que ha constituido un fondo para recompensar a quien ayude a detener a los responsables de la muerte de Lijachov. Yegórov es partidario de dar permiso de teneric a de armas a los banqueros

Lijachov no es el último banquero asesinado. Al salir del crematorio, algunos de los asistentes al funeral de Líjachov comentaban otra de las últimas muertes, la de VIadimir Babenko, el director de una empresa rusonorteamericana, que murió acribillado el domingo, tras cometer la imprudencia de abrir la puerta a unos desconocidos.