Alerta total de las fuerzas de seguridad en las principales ciudades colombianas
Juan Pablo Escobar, de 17 años, hijo del jefe del cartel de Medellín, reaccionó ayer de forma virulenta al trágico final de su padre."Voy a matar a todos esos hijos de puta", declaró el joven Escobar en caliente, para después retractarse. Las fuerzas de seguridad colombianas fueron puestas en estado dealerta en Medellín y en la capital del país, Bogotá, ante el temor de que la muerte de Escobar a manos de la policía desate una oleada de atentados como represalia.
En una primera reacción airada Juan Pablo Escobar aseguró: "De momento no queremos hacer declaraciones. Pero voy a matar a los tipos que le mataron Voy a matar con mis propias manos a todos esos hijos de puta" Posteriormente, el hijo del capo pidió excusas a los colombianos por haber anunciado que mataría a los culpables y explicó que su reacción se debió al impacto que le produjo la noticia.En una entrevista concedida al informativo de televisión CMQ, Juan Pablo Escobar anunció que tras la muerte del jefe del cartel de Medellín no se vengará porque ahora lo que le preocupa es el futuro de su "sufrida familia". "Quiero pedir disculpas ante la opinión pública y a todos los televidentes por las frases que lancé desesperadamente, pero deben comprender nuestro dolor", dijo el joven Escobar, y subrayó que su meta será "forjar un futuro mejor y no violento". Juan Pablo Escobar precisó que no cree en "la paz" y que su único objetivo es "no sufrir".
Preguntado sobre posibles represalias de integrantes del debilitado cartel que presidiera su padre, hizo un llamamiento, "no como jefe de ninguna organización, sino como hijo de Pablo Escobar" para que no se hiciera nada en venganza".
El escritor colombiano Gabriel García Márquez, Nobel de literatura, declaró que la muerte de Escobar sólo se podría celebrar si supusiera la llegada de la paz al país. Bogotá reaccionó con una cautelosa satisfacción a la noticia de la muerte del mayor narcotraficante colombiano, responsable de la muerte de tres candidatos presidenciales, decenas de jueces, periodistas y políticos. Las autoridades colombianas aseguraron ayer que Medellín, capital del departamento de Antioquía y sede del desarticulado cartel de Escobar, pasó una noche "tranquila". El subdirector de la Policía Nacional, el general Octavio Vargas Silva, y el comandante de esta institución en Medellín señalaron que la ciudad estaba en calma y que no se habían producido alteraciones del orden público.
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