Irak acepta el control pernianente de su programa armamentístico

El Gobierno iraquí aceptó ayer formalmente "los planes de verificacíón y control" a largo plazo de sus programas militares, estipulados en la resolución 715 del Consejo de Seguridad de la ONU, con la esperanza de que este organismo levante de forma inmediata el embargo petrolero impuesto a Bagdad en agosto de 1990, tras la invasión de Kuwait.-Así lo' comunicó ayer el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Mohamed Said Al Saliaf, en una carta dirigida la presidente del Consejo de Seguridad. En ella Al Sahaf indica que, en vista de este 11 paso positivo" y tras haber "completado" sus otras obligaciones de desarme, Irak espera que la ONU cumpla su parte y levante el embargo sobre sus exportaciones petroleras "sin obstrucciones, limitaciones o condiciones adicionales".

La resolución 715, dictada en 1991, aprobó un plan de control a largo plazo del potencial militar iraquí para asegurar que este país no reconstruye su armamento nuclear, químico, biológico y balístico, cuya destrucción ordenó las Naciones Unidas al término de la guerra del Golfo en otra resolución, la 687.

El presidente de la comisión especial de la ONU para la localización y destrucción de los arsenales iraquíes, Rolf Ekeus, que ayer se reunió en Nueva York con el viceprimer ministro iraquí, Tarik Aziz, celebró el paso dado por Bagdad, pero añadió con cautela: `Necesitarnos un periodo de tiempo para comprobar que los planes funcionan". Ekeus calculó que el programa de control a largo plazo del armamento iraquí necesitaría un rodaje de seis meses y que no comenzaría hasta principios del próximo año. Fuentes diplomáticas de la ONU descartaron el levantamiento inmediato del embargo petrolero.