El régimen argelino suspende la ejecución de más de 300 integristas

La presidencia de la República de Argelia ha decidido suspender las ejecuciones de los integristas condenados a muerte por supuestos delitos de terrorismo en sentencias dictadas por los tribunales especiales y militares. La información publicada ayer en el periódico independiente en lengua árabe El Jabar (La Noticia) no ha sido confirmada oficialmente, aunque ha sido difundida por la agencia de prensa argelina APS. La decisión de congelar las ejecuciones entró en vigor el pasado 24 de octubre, según anunciaba el rotativo. La medida afecta a más de 300 convictos y se enmarca en la política de diálogo emprendida por el régimen.

Algunos de los condenados esperan desde hace varios meses el cumplimiento de las sentencias impuestas por los tribunales militares o los de excepción, creados hace aproximadamente un año para juzgar con un procedimiento acelerado los delitos de terrorismo. Desde que se implantó el estado de excepción en Argelia, hace dos años, como consecuencia de la interrupción del proceso electoral, se han dictado 350 penas de muerte, de las que 26 han sido ya aplicadas.Una parte importante de estas condenas de muerte afecta a dirigentes y militantes del Frente Islámico de Salvación (FIS), que fueron juzgados y condenados en rebeldía y que se encuentran huidos en el extranjero. Una de las ejecuciones que ha quedado congelada es la del súbdito francés Didier Roger Guyon, apodado Abdelkrim, que se sumó al movimiento armado integrista en 1990 y ofreciendo su cooperación al número dos del FIS, Ali Benach. Guyon fue detenido en junio de 1991 y condenado hace un año por un tribunal de Tiaret a la pena de muerte por los delitos de "conspiración, propaganda y tenencia ilegal de armas y municiones". Hace menos de una semana el Tribunal Supremo de Argel confirmó el veredicto.

Una salida a la crisis

La suspensión de las ejecuciones de los militantes integristas fue acordada por el Alto Comité de Estado, la presidencia colegiada de la República, durante una reunión celebrada el pasado martes con los ocho miembros que forman la Comisión de Diálogo Nacional, encargada de negociar una salida a la crisis con todos los partidos y las asociaciones cívicas, y de la que forman parte tres altos jefes militares.Tras la celebración de la reunión del ACE con la Comisión, la Jefatura del Estado hizo público un comunicado en el que anunciaba oficialmente la apertura de negociaciones con los dirigentes del FIS que se encuentren en libertad y no estén perseguidos por la Justicia. La presidencia adoptaba al mismo tiempo una serie de medidas con las que pretende "serenar" el clima político.

El primer paquete de medidas "tranquilizadoras" lo forma la "relajación" del toque de queda implantado en febrero de 1992 y que afecta a las regiones más pobladas del país desde las 23.30 horas a las 4.30. Asimismo el ACE ha acordado el levantamiento de algunos de los confinamientos dictados contra los islámicos y el cierre de los centros de internamiento administrativo del Sáhara. Sin embargo, la medida más trascendental y significativa es la suspensión de la ejecución de los integristas.

La mayor parte de las medidas adoptadas por la presidencia son una respuesta directa y positiva a las exigencias del Frente de Fuerzas Socialistas, el partido más importante e influyente de la oposición democrática, que encabeza el bereber Ait Ahmed, quien desde hace más de un año y desde su exilio en Europa trabaja en favor de un "acuerdo histórico" que permita la democracia en Argelia.