Los mexicanos Café Tacuba buscan su identidad a través del mestizaje
Con 250.000 discos vendidos, el cuarteto actúa hoy en Madrid
Hace dos años, el New Music Seminar de Nueva York, la muestra musical más influyente del mundo por su carácter de espejo de nuevas tendencias, se vistió de latino. El rock cantado en español se adueñó de los clubes y, en uno de ellos, la revelación llegó de México: Café Tacuba. Grupo mestizo donde los haya, se presenta hoy por primera vez en Madrid (sala Morocco) reivindicando la frescura, el desparpajo y la energía como base de una música permeable a los problemas de la calle.
Desde los tiempos de Enrique Guzmán, los Teen Tops y Los Llopis, el rock hecho en México es el gran desconocido en España. Joselo y Quique Rangel, Emmanuel del Real y Juan Albarrán forman Café Tacuba, la última hornada iconoclasta de un emergente rock mexicano. "Vivimos una época de búsqueda que empezó con Los Caifanes y Maldita Vecindad. Tras ellos, La Lupita, Santa Sabina, La Cuca, Las Víctimas del Doctor Cerebro y... nosotros. Constantemente salen cosas nuevas".Café, Tacuba se formó en mayo de 1989 en Naucalpán, en las afueras de la capital mexicana. "Significa Cuatro casas y es el municipio del país que más industrias tiene, incluido el McDonalds más grande de latinoamérica", dicen. Allí comenzó el cuarteto a pulir su repertorio de boleros, huapangos, polkas y rock, interpretados con instrumentos acústicos. De ahí a vender 250.000 ejemplares de su primer disco, sólo un paso. "Nos movemos en las ferias culturales, en el palenque (lugar donde se celebran las peleas de gallos). Allí se reúne todo el pueblo, porque en México la gente exige ahora más espontaneidad, y se baila la quebradita (mezcla de ranchera y cumbia) en un renacimiento del baile popular, a veces tan desvirtuado".
Y Café Tacuba se extiende sobre la diversidad cultural de su país -"Hay miles de méxicos y nuestra visión sólo corresponde a un sector"-, sobre sus tradiciones -"Nuestros padres llegaron de provincias con una cultura popular, que nosotros hemos alterado con la influencia de la ciudad cosmopolita"-, y de la situación actual de los jóvenes en su país: "En nuestra zona convive la clase baja y una ciudad satélite, donde quieren vivir como en Estados Unidos, hablar en inglés y comprar motos japonesas".
Con su primer disco, Café Tacuba ha dado el salto. "Hemos actuado en Estados Unidos y en Francia, y nos hemos dado cuenta que el público europeo se acerca más a Nueva York que a México. Nuestro camino natural queda así cerrado porque en Estados Unidos no nos programan en las radios latinas ni tampoco en la emisora más escuchada de México. No gustamos a los conservadores". Quizá por ésto, Café Tacuba es muy crítico con el recientemente aprobado Tratado de Libre Comercio, que afecta a las relaciones comerciales de México con Estados Unidos y Canadá. "Gran parte de nuestra gente está empeñada en vivir una vida de primer mundo cuando somos tercer mundo. Cada día nos querrán vender más y más, hasta que nada sea nuestro. En este tratado no se han contemplado las comunidades indígenas y cuando empresas industrializadas entren en México, desaparecerán los artesanos medios. Comenzamos a darnos cuenta y cuestionamos el made in; no todo lo extranjero es bueno. Hay que defender el producto nacional".
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