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Croatas y musulmanes cerrarán los campos de detención y permitirán el paso de ayuda

El líder croata de Bosnia, Mate Boban, y el primer ministro del Gobierno musulmán de Bosnia, Haris Silajdzic, anunciaron ayer que habían llegado a un acuerdo, durante un encuentro la víspera por la noche en Zagreb, para cerrar todos los campos de detención en sus zonas respectivas y permitir el suministro de la ayuda humanitaria en Bosnia central. Lo que no se especificó fueron las fechas. Las carreteras de la zona seguían ayer cortadas por las milicias croatas, mientras las fuerzas serbias impedían el paso de dos convoyes a Bosnia oriental.

Este anuncio se produce tras la reunión de todas las partes implicadas en el conflicto que se celebró el pasado jueves en Ginebra, auspiciada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y destinada a asegurar el paso de la ayuda humanitaria, oficialmente aceptada por todos pero obstaculizada en la práctica.No queda claro, sin embargo, si el acuerdo alcanzado por los jefes políticos entrará inmediatamente en vigor o si quedará, como otros anteriores, en el plano de las buenas intenciones mientras los jefes militares, los que realmente influyen sobre el terreno, no den su visto bueno.

Por lo pronto, las milicias serbias interrumpieron el paso de dos caravanas de ayuda que se dirigían a Bosnia oriental. "Los serbios bosnios están siendo intrasigentes", afirmó ayer un portavoz de ACNUR en Zagreb. "Parece que los mandos locales ignoran por completo las decisiones de sus jefes en Ginebra".

Por lo que respecta a Bosnia central, donde tienen actualmente lugar los combates más duros, el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, dio ayer luz verde para la reanudación de los convoyes, cuya circulación quedó interrumpida el pasado 25 de octubre.

El bloqueo persiste

El portavoz de la ONU en Sarajevo, Bill Aikman, aseguró ayer que no había recibido todavía ninguna orden de los responsables del ACNUR en Ginebra para reanudar la ayuda humanitaria en la zona central de Bosnia. "Las carreteras siguen bloqueadas por barricadas del HVO" [el Consejo de Defensa' Croata], afirmó. "Sólo han logrado pasar unos vehículos británico?.

Mientras sigue la duda respecto a la viabilidad de este acuerdo, los funcionarios de las Naciones Unidas multiplican las advertencias sobre la gravedad de la situación. Unas tres millones de personas dependerán de la ayuda internacional para sobrevivir al frío y a la nieve durante este invierno. Precisamente ayer, el aeropuerto de Sarajevo tuvo que cerrarse por causa de la nieve, lo que acrecentará el aislamiento de la capital bosnia.

La situación sigue siendo también dramática para los 55.000 civiles musulmanes atrapados por el cerco de los croatas en la ciudad de Mostar. El último bombardeo de las fuerzas del HVO alcanzó el generador del hospital, mientras el agua potable es cada vez más escasa.

Las milicias serbias bosnias parecen decididas, mientras tanto, a no cesar en la ofensiva bélica. Su líder, Radovan Karadzic, afirmó ayer que sus fuerzas "tienen el deber de liberar Tuzla", enclave musulmán en el norte de Bosnia declarado por la ONU "zona protegida", para rescatar a los serbios "retenidos por la fuerza". Según Radio Sarajevo, la artillería serbia atacó ayer la localidad de Teocak.

Por otra parte, en Serbia, 40 miembros de "formaciones paramilitares" fueron detenidos, según anunciaron fuentes oficiales, en relación con crímenes de guerra del tipo de los que serán juzgados por el tribunal internacional constituido en La Haya respecto a la antigua Yugoslavia. Esta medida se inscribe en el marco de la ofensiva lanzada por el presidente serbio, Slobodan Milosevic, contra su ex aliado el ultranacionalista Vojislav Seselj. Milosevic aspira conseguir así el levantamiento de las sanciones contra su república. También intenta debilitar a Seselj antes de las elecciones anticipadas previstas para el 19 de diciembre.

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