España teme que Arafat desvíe la ayuda a la autonomía palestina

Una de cal y otra de arena. Los interlocutores españoles del líder palestino, Yasir Arafat, le ofrecerán hoy nuevos proyectos de cooperación, como formación de policías o asesoramiento en la organización de elecciones, pero también le advertirán que la ayuda internacional que reciba la futura autonomía palestina no puede ser desviada para finalidades políticas en detrimento del desarrollo de los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza, según indican fuentes diplomáticas españolas.El máximo dirigente palestino efectúa hoy una visita relámpago a Madrid en el curso de la cual ha pedido hacerlo todo y ver a todos. Su apretado programa abarcará desde una entrevista con el presidente del Gobierno, Felipe González, hasta un almuerzo con los Reyes en el palacio de la Zarzuela, pasando por encuentros con empresarios y embajadores árabes y una sesión de trabajo en Exteriores.

El protocolo español tuvo algunas dudas, pero al final optó por dar a Arafat, con motivo de su cuarto viaje a España, trato de jefe de Estado en visita de trabajo. González tiene incluso previsto hacer, junto con su huésped, declaraciones a la prensa en las escalerillas del palacio de la Moncloa.

En la sesión vespertina de trabajo, la delegación española propondrá ampliar la cooperación a la formación de parte de los 10.000 policías palestinos, y a la organización de elecciones, previstas para junio en la autonomía palestina. Así se involucraría el Ministerio del Interior, que ya adquirió experiencia instruyendo a fuerzas de seguridad mozambiqueñas y salvadoreñas. Los acuerdos de principio que se alcancen serán concretados por una comisión mixta hispano-palestina de nueva creación.

Con unos 1.300 millones de pesetas anuales destinados a los territorios ocupados, España es ya actualmente el tercer donante de ayuda, después de Francia e Italia, con la que financia 24 proyectos, la mayoría agrícolas. El más emblemático es la restauración del palacio de Hisham, en Jericó, que será la sede del futuro Gobierno autónomo palestino.

Como los demás donantes, los anfitriones españoles de Arafat no las tienen todas consigo de que la ayuda vaya a buen puerto, a pesar de que, en principio, se concede directamente a proyectos. De ahí que tengan la intención de señalarle que no debe ser desviada para fines políticos, como parecen hacerlo temer algunas de las últimas decisiones tomadas por el viejo, como llaman cariñosamente sus seguidores al líder palestino.

El carácter partidista del nombramiento de los 14 integrantes de la dirección de la recién creada Agencia Palestina de Desarrollo Económico, conocida por las siglas PEDRA, que Arafat presidirá, ha disgustado no sólo a los donantes, sino a los palestinos. La toma de la agencia, que se encargará de administrar parte de los fondos destinados al desarrollo y a la reconstrucción de Cisjordania y Gaza, ha dado pie a críticas de personalidades palestinas del interior y del exilio.