La Comunidad estudia con 300 profesionales os problemas de la cultura madrileña
Libro Blanco contendrá las denuncias de los artistas y las soluciones políticas
Se llama el Libro Blanco de la cultura y todavía se está escribiendo. Un proyecto que ha puesto sobre la mesa la Comunidad de Madrid, y en el que, de momento, participan 300 representantes del mundo de la cultura. Se trata de hacer un diagnóstico de los problemas de los diferentes sectores y de encontrar sus posibles terapias. "Queremos estudiar uno a uno los problemas, cuáles son las carencias, las posibilidades, tener claro qué hacer, y luego, por supuesto, hacerlo", afirma el consejero de Cultura, Jaime Lissavetzky. Para él, lo prioritario es lograr la colaboración entre las tres administraciones que conviven en la región: el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento y la propia Comunidad.
La idea de este Libro Blanco o Pacto por la Cultura (su nombre oficial) surgió a finales de 1992, cuando Madrid fue Capital Europea de la Cultura. "La calidad de los acontecimientos que se celebraron en la ciudad en ese año fue alta", señala Jaime Lissavetzky, "pero no conectaron lo suficiente con los ciudadanos", añade el consejero."Aquello nos hizo pensar que era una buena idea llevar a cabo una reflexión sobre cuáles debían ser las actuaciones culturales para el futuro. Por eso, desde la Comunidad quisimos lanzar un debate dirigido a las medidas que puede tomar la comunidad".
Quinta reunión
El primer paso ha sido crear una mesa por cada uno de los grandes sectores: Música, Patrimonio, Cine, Teatro y Danza, Libro y Bibliotecas, Artes Plásticas, Economía y Cultura, Infraestructuras y Centros Culturales. En ellas participarán unas 300 personas. Las dos primeras ya han terminado sus trabajos y la del sector audiovisual está a punto.
Ayer se celebró la quinta reunión con profesionales del cine, a la que asistieron actores como Marisa Paredes y directores como Juan Antonio Bardem y Manuel Gutiérrez Aragón. En mesas anteriores estuvieron Gonzalo Suárez, Elías Querejeta y José. María Otero -director de la Fundación Procine- Al final de los debates audiovisuales habrán intervenido unas 50 personas.
"Estamos preparando también un estudio económico que sin duda será muy interesante porque demostrará que por cada peseta que se invierte en cultura se generan cinco más", dice el consejero.
El consejero pugna por lograr un equilibro entre las tres administraciones públicas que conviven en Madrid. Un ejemplo de convivencia, explica, es el futuro Centro de Formación de Artes Escénicas, un proyecto que estará listo para el año próximo y que posiblemente pilotará el actor y director José Luis Gómez.
"Nosotros", explica Lissavetzky, "hemos rehabilitado una antigua iglesia y colegio de la calle de Fernández de los Ríos como sede de la escuela, con un gasto de 140 millones. El Ministerio de Cultura pagará el equipamiento con 70 millones y posteriormente dará 30 o 40 para el funcionamiento anual de las producciones. Yo le he escrito una carta a Esperanza Aguirre [concejal de Cultura], y no para que pongan dinero, sino para que estén ahí y podamos colaborar".
Salas de cámara
En Madrid sólo hay dos salas que reúnen condiciones para un concierto sinfónico: el Auditorio Nacional y el teatro Monumental. Sin embargo, los especialistas consideran que la carencia más importante que padece la música en Madrid es la de salas de cámara. En toda la región sólo existen cuatro escenarios que pueden convocar conciertos de piano solista, por ejemplo. La Consejería de Cultura cree que una solución sería la de adecuar iglesias con buena acústica como pequeñas salas de conciertos.Unos cincuenta especialistas del mundo de la música (directores de conservatorios y teatros, críticos, compositores, cantantes, musicólogos) se reunieron los meses de julio y septiembre y llegaron a estas conclusiones: es necesario crear una fonoteca de música española; ayudar a las bandas municipales (en las que trabajan unas seiscientas personas en la región); potenciar los estudios de música desde EGB; crear un cuarteto de cuerda de la Comunidad, y protestar porque la televisión pública no se esfuerza por crear nuevos grupos de espectadores.
Con 8.000 basta
Unos 8.000 millones de pesetas son suficientes para rehabilitar el patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid, según el consejero de Cultura, Jaime Lissavetzky. Para los ocho profesionales que debatieron en septiembre los problemas del patrimonio, a fin de incluir sus conclusiones en el Libro Blanco de la Comunidad, las prioridades en este campo son: terminar e informatizar el inventario del patrimonio mobiliar y del arqueológico; catalogar el patrimonio inmueble y estudiar los bienes que lo integran; crear un museo regional de arqueología y un programa para fomentar la utilización del patrimonio por los ciudadanos.Los especialistas reivindicaron en estas reuniones un instituto especializado en restauración y conservación del patrimonio y discutieron fórmulas de colaboración con los grandes museos para, por ejemplo, exhibir los fondos ocultos del Museo del Prado. El Libro Blanco del patrimonio pugna por crear un museo de artes y costumbres populares, otro de historia de Madrid y, en colaboración con la Iglesia, otro de arte sacro.
Pérdida de artistas
Más de cincuenta profesionales del cine (exhibidores, directores, guionistas y productores) han expresado las preocupaciones del sector en las mesas de trabajo convocadas por la Comunidad. "El movimiento descentralizador del Estado de las autonomías está afectando al audiovisual madrileño; Madrid está perdiendo artistas, empresarios y obras, en beneficio de otras regiones", señala una de sus conclusiones.La creación de la Ciudad de la Imagen constituye el proyecto más ambicioso de la Comunidad, según destaca el Libro Blanco del cine. En ella estaría incluida la escuela de imagen. Otras propuestas son las de obligar a la exhibición de cortometrajes en todos los cines y apoyar a las salas que exhiban cine español y europeo, crear becas para formación en el extranjero y un fondo para la producción de cortometrajes. Los profesionales también pidieron apoyo para los festivales madrileños y la convocatoria de premios. Ayer todavía continuaban las reuniones con profesionales del mundo del cine y la televisión.
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