Quebec puso freno a la expansión del ingIés
La lengua de la enseñanza en la provincia francófona de Quebec -el 77,8% de sus seis millones de habitantes son de lengua francesa- está regulada por una ley de 1977 que aprobó la Carta de la Lengua Francesa. La nueva ley fue impulsada por el nacionalista Partido Quebequés, triunfador en as elecciones de un año antes.Esta ley decretaba el francés como única lengua oficial de la provincia y prestaba especial atención al sistema lingüístico escolar, con el objetivo de frenar la expansión de la lengua inglesa en el terriorio quebequés. Las leyes lingüísticas anteriores, de 1969 y 1974, también eran proteccionistas respecto al francés, pero no habían logrado sus objetivos sin evitar por ello los conflictos.
A diferencia de la ley de 1974, la carta abandona el modelo bilingüe y prohíbe el uso de otras lenguas distintas del francés para determinadas actividades. En la educación, la nueva legislación determina que la enseñanza (tanto en la escuela privada como en la pública) se imparte en francés en las clases de maternal, en las escuelas primarias y en las de secundaria, con las excepciones siguientes:
Pueden recibir la enseñanza en inglés, a petición de su padre o madre:
a) Los niños cuyo padre o madre ha recibido en Quebec la enseñanza primaria en inglés; b) los niños cuyo padre o madre está, en la fecha de entrada en vigor de la ley, domiciliado en Quebec y ha recibido, en el exterior de Quebec, la enseñanza primaria en inglés; c) los niños que, durante su último año de escolaridad en Quebec antes de la entrada en vigor de esta ley, recibían legalmente la enseñanza en inglés en una clase de maternal pública o en la escuela primaria o de secundaria, y d) los hermanos y hermanas pequeños de los niños determinados en el párrafo c).
Están exentos de estas rígidas reglas los niños que presenten graves dificultades de aprendizaje, o los hijos de quienes residan temporalmente en la provincia, así como los amerindios, cris e inuit.
La ley deja intacta la red escolar de lengua inglesa existente, pero pone dificultades a su proliferación (el ministro de Educación debe autorizar nuevas unidades de docencia en esa lengua). Pero lo más significativo es que prohíbe que los niños de familias anglófonas de fuera de Quebec pero que trasladan su residencia a la provincia puedan recibir la enseñanza en inglés. Lo mismo ocurre con los hijos de inmigrantes no canadienses, aunque procedan de países de lengua inglesa. Una de las preocupaciones de los francófonos era que los hijos de inmigrantes se apuntaban mayoritariamente a colegios de lengua inglesa, tendencia que se invirtió con la nueva ley.
No hay ningún precepto que establezca el inglés como segunda lengua para los alumnos de lengua cesa. Por el contrario, la ley señala que los certificados de estudios secundarios están condicionados al conocimiento hablado y escrito de la lengua. francesa (lo que afecta a los alumnos de enseñanza en inglés). El estudio del francés como segunda lengua es obligatorio desde primer curso. a lengua inglesa, en cambio, sólo puede estudiarse desde cuarto curen la escuela francófona.
La respuesta federal
El Gobierno federal contestó en 1982 con una Carta (le Derechos y Libertades, con el objetivo de garantizar a todos los canadienses (de nacimiento o de adopción) de lengua inglesa el derecho a que sus hijos puedan recibir la enseñanza en su lengua si se trasladan a vivir a la provincia francófona. También pretendía garantizar la enseñanza en francés para las minorías francófonas, de las provincias de lengua inglesa. Se trataba, en suma, de no dificultar la movilidad de los canadienses.
Las autoridades de Quebec aceptaron esas correcciones, excepto en lo que se refiere a los niños de la población de origen inmigrante que se instala directamente en la provincia, aunque sus padres hayan adquirido la nacionalidad canadiense y aunque su lengua de origen sea la inglesa. Éstos deben escolarizarse en francés.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.