La culminación de una larga historia común
"La visita oficial a Israel del Rey y la Reina de España culmina el establecimiento de relaciones diplomáticas, en 1986, entre los dos países", declaró a la televisión israelí el profesor ShIomo Ben Ami, antiguo embajador de Israel en Madrid, poco después de la llegada del rey Juan Carlos a Jerusalén.ShIomo Ben Ami destacó la importancia de esta visita por las relaciones privilegiadas que España mantiene con los países árabes. "El rey Juan Carlos conoce desde antiguo al rey Hussein de Jordania, al rey Hassan de Marruecos y al rey Fahd de Arabia Saudí, al que trata de tú a tú", añadió Ben Ami.
Sobre si la visita oficial se encuadra en la reconciliación histótica emprendida por España durante el año 1992, quinto centenario de la expulsión de los judíos de España, Shlomo Ben Ami contestó negativamente y subrayó que España quiere dar a este viaje una relevancia en la política del momento, al margen de cualquier resonancia histórica. "El Gobierno español quiere separar sus relaciones con el judaísmo mundial de sus relaciones con Israel, que se establecen de país a país", afirmó el antiguo embajador en España.
La visita del Rey de España era comentada, ayer lunes, en la mayoría de los periódicos israelíes. Los análisis ponían el acento, en general, sobre el. hecho de que la llegada de don Juan Carlos no es "todavía una visita de un jefe de Estado, sino mucho más que eso".
El profesor de historia judía en la universidad hebráica de Jerusalén, Yom Tov Assis, de origen sefardí, escribe en. el diario popular Yedioth Aharonoth: "España no era como otros países europeos de los que los judíos fueron expulsados. La permanencia initerrumpida de los judíos durante más de 1.500 años en la península Ibérica, primero bajo el imperio de la Roma pagana, luego de la Roma cristiana, bajo la férula de los visigodos después, más tarde en la España musulmana y, por fin, en la España cristiana, modeló la identidad judía como en ninguna otra parte".
Cultura única
"En España, los judíos crearon una cultura única en su género, en la que el judaísmo integró elementos de la cultura musulmana y cristiana, esencialmente españoles... Por este motivo, los judíos expulsados de España vivieron aquella decisión como la expulsión de su propia patria", afirma el profesor Assis, que añade: "Esta es la razón de que los judíos de España siguieran hablando y cantando en judeoespañol durante 500 años... Para colmo de la ironía, los judíos españoles, expulsados de su propia patria, se conviertieron en representantes y propagadores de la cultura española a lo largo de Turquía, de Grecia, de los países árabes... "
Y concluye su artículo el profesor Yom Tov Assis: "La visita del Rey de España a Israel, donde viven ahora la mayoría de los descendientes de aquellos judíos expulsados en 1492, no puede ocultar los capítulos oscuros de la historia de los judíos en España. Pero esta visita simboliza la renovación de la amistad entre los dos pueblos, que han vivido juntos momentos de gloria y momentos tristes en su historia común".
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