Hassan II acusa a la oposición de boicotear la "nueva marcha" de Marruecos hacia la democracia
El rey Hassan II, en un tono deprimido, desveló públicamente el sábado por la noche su amargura política, provocada por los tres partidos más importantes de la oposición, que al negarse a participar en el Gobierno, entorpecen, según el monarca, la "nueva marcha" de Marruecos hacia la democracia. El tono y el contenido del mensaje real sorprendió a la opinión pública marroquí, que espera desde hace cerca de un mes la formación de un nuevo Gobierno.
El discurso del rey con ocasión del 18º aniversario de la Marcha Verde sobre el Sáhara Occidental duró cerca de una hora y fue retransmitido en directo por la radio y la televisión marroquíes. En este mensaje, Hassan II explicó minuciosamente los entresijos de sus negociaciones efectuadas durante las últimas semanas con los diferentes partidos en un intento de formar Gobierno.El rey confesó que tenía proyectado contar con el apoyo de los partidos de la oposición democrática -la Unión Socialista de las Fuerzas Populares, el nacionalista Istiqlal, y la Organización de la Acción Democrática y Popular- que acudieron a las pasadas elecciones aliados en una coalición denominada Kutla o Bloque Democrático, enfrentándose a las formaciones oficialistas y bereberes, agrupadas a su vez en la Entente o Wifak.
En opinión del soberano, la consolidación de estos dos bloques y la formación de un Gobierno frente a una oposición democrática hubiera permitido institucionalizar en Marruecos un sistema de alternancia o bipolarización política "similar al de Estados Unidos y Reino Unido" lo que "hubiera constituido una novedad en un país en vías de desarrollo". Este sistema garantiza, según el soberano, el camino de Marruecos hacia la democracia y posibilita la regeneración del bloque oficialista, desgastado por una larga legislatura que ha durado nueve años.
Exigencias
Pero el rey reconoció ayer públicamente haber fracasado en este intento, al negarse las tres formaciones de la oposición democrática a entrar en el Gobierno al rechazar sus condiciones. Entre las exigencias del soberano a la oposición figuran el reservarse las designaciones del primer ministro, y de los ministros del Interior, Justicia y Asuntos Exteriores.
Entre las condiciones no se cita el control de las Fuerzas Armadas, que depende directamente del Rey según la Constitución y que nadie le discute.
El rey justificó estas exigencias alegando que las tres formaciones de la oposición habían permanecido demasiado tiempo fuera del poder y carecen de experiencia suficiente o son manifiestamente incapaces para desempeñar determinadas áreas de la Administración. "¿Cómo en una situación como ésta puedo escoger un primer ministro entre vosotros?", se preguntó el monarca en un tono paternalista.
"No te escondo querido pueblo, que estoy literalmente consternado", se lamentó ante las cámaras de televisión. "Querido pueblo no te dejes embargar por mi amargura. Es la amargura de un maestro que no ha sido bien entendido por sus alumnos. Puede ser que el maestro, aún poseyendo un buen mensaje, no haya sido capaz de transmitirlo de manera convincente". Añadió, sin embargo, que no desesperaba y que pensaba lograr la institucionalización de la bipolarización política, contando para ello con el "diálogo, la paciencia y la ponderación".
Tras este reconocimiento sorprendente del fracaso político, al rey Hassan II no le queda otra salida que adoptar una línea manifiestamente continuista y formar un Gobierno con los partidos oficialistas y bereberes, repitiendo la fórmula gubernamental saliente, según se señalaba ayer en círculos diplomáticos.
Línea continuista
Esta situación podría favorecer la continuidad del actual primer ministro Mohamed Karim Lamrani, y la de los ministros Abdelatif Filali en la cartera de Asuntos Exteriores y Dris Basri en la de Interior.
La formación del nuevo Gobierno estará vinculada al desarrollo del debate interno en los partidos de la oposición, según se vaticina en los círculos políticos. La Unión Socialista de las Fuerzas Populares y El Istiqlal se enfrentan a una importante discusión, ya que la decisión de no entrar en el Gobierno ha sido duramente criticada por sus ala "posibilista".
Esta polémica aflorará inevitablemente en las próximas semanas cuando las dos formaciones celebren sus respectivos congresos. Entonces, Hassan II, una de cuyas principales cualidades es la paciencia, podría intentar de nuevo su operación política para intentar dar entrada a la oposición en el Gobierno.
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