La sanidad vasca gastará 1.800 millones en fajas y coderas ortopédicas

"Esto es de locos. Hablando en plata, la sanidad pública no puede pagar por las fajas ni por los vientres voluminosos. Si se está gordo o gorda, pues se come menos, o se pasea, o se hace gimnasia". La frase, pronunciada ayer por el consejero de Sanidad del Gobierno vasco, Iñaki Azkuna, fue puesta como ejemplo de que la reestructuración de los servicios que presta la sanidad pública es necesaria.El Gobierno vasco ha pasado de pagar 250 millones de pesetas por las ortoprótesis -fajas, rodilleras, coderas, sujetadores y demás productos ortopédicos- en 1988 a los casi 1.800 millones que le van a costar este año.

Azkuna explicó en una comparecencia ante la Comisión de Sanidad del Parlamento vasco las conclusiones del último pleno del consejo interterritorial, y afirmó a renglón seguido que "no nos podemos engañar. Tal y como van las cosas, no es posible el todo para todos".

La reforma sanitaria es para el titular vasco de Sanidad una necesidad que definió como "una limpieza de servicios" no productores de salud para que los esenciales y necesarios sigan siendo universales.

Azkuna, que ya había recibido el apoyo de todos los grupos de la Cámara para su proyecto de reforma sanitaria, subrayó que no se pueden seguir manteniendo servicios como el de las ortoprótesis, en un sistema ilimitado como el actual en el que ', los servicios imprescindibles, los convenientes y los innecesarios gozan de igual categoría y garantías".

Durante su discurso, en el que reconoció que el crecimiento durante los años pasados ha sido "un desbarajuste", Azkuna dejó muy claro que "sólo quitando lo accesorio y dejando lo importante podremos garantizar honestamente a nuestros ciudadanos la pervivencia de un sistema público". Azkuna añadió que "existe una importante inquietud social respecto a lo que pueda pasar a partir de ahora con la reforma".