Socialistas y populares inician hoy el diálogo convencidos de que ambos obtendrán beneficios

El PSOE y el PP tratarán de beneficiarse mutuamente de las conversaciones que hoy abren en el Congreso para acordar "asuntos de Estado". Al PP le conviene un diálogo con el Gobierno porque le refuerza como alternativa, en tanto que el PSOE quiere ganar imagen como fuerza dialogante, al margen de que necesita el concurso de la oposición para sus reformas legislativas. El nombramiento del Defensor del Pueblo y la provisión de vacantes en el Consejo Greneral del Poder Judicial serán los primeros temas que se aborden en la negociación, si bien el PP insiste en un pacto global sobre la mejora de las instituciones y no limitarse a actuar de comparsa en los temas en los que el Gobierno le necesita.

La situación ha cambiado radicalmente entre populares y socialistas desde la reunión que mantuvieron la pasada semana el presidente del Gobierno, Felipe González, y el del PP, José María Aznar. González le dispensó un trato muy deferente. Aludió en su conversación a los más de ocho millones de ciudadanos que Aznar representa y, por tanto, a su carácter de líder de una verdadera alternativa a su Gobierno.Sendas delegaciones del PSOE y del PP celebran a las seis de la tarde de hoy su primera reunión formal en el Parlamento para desbrozar todos los asuntos susceptibles de negociación. Los socialistas observarán si se dan las condiciones para que el diálogo vaya más allá de lo inicialmente previsto, que hace referencia a las medidas de "impulso democrático". Por parte socialista acudirán Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de la Presidencia; Carlos Solchaga, presidente del grupo parlamentario, y Txiki Benegas, secretario de organización.

Desde el primer momento estarán representados Gobierno, grupo parlamentario y partido, y más adelante entrarán en juego los ministros que se vean afectados por los asuntos a debate. Del lado popular estarán Francisco Álvarez Cascos, secretario general; Rodrigo Rato, portavoz parlamentario, y Mariano Rajoy, vicesecretario general encargado del área institucional y habitual interlocutor de los socialistas.

Los asuntos a tratar en primera instancia serán la provisión de vacantes de organismos institucionales, tales como el Consejo General del Poder Judicial, el Defensor del Pueblo y el Consejo de Universidades. En un siguiente estadio abordarán los reglamentos de las cámaras y la ampliación de competencias del Tribunal de Cuentas.

Cambiar procedimientos

No obstante, el PP ha indicado que no aceptará un acuerdo si no es global y si no se modifican los procedimientos de designación de ciertas instituciones, porque lo contrario "sería simplemente resolverle problemas al Gobierno, ahora que necesita votos para conseguir las mayorías exigidas".

Mariano Rajoy reafirmó ayer que la pretensión de su partido es cambiar las reglas de juego en el funcionamiento de las instituciones. "Queremos que la mayoría parlamentaria no se traslade directamente a todas las instituciones", declaró. "Queremos, en definitiva, que se cambien las reglas de juego que ha establecido el PSOE durante estos 11 años".

En el apartado más espinoso se sitúa la reforma del Estatuto de RTVE, e incluso la permanencia de Jordi García Candau al frente del ente público. Los populares no han dejado de pedir su sustitución desde que se celebraron las pasadas elecciones, y no encuentran motivos para dejar de hacerlo ahora.

Los dos partidos pretenden, igualmente, que las conversaciones no tengan un plazo, ya que algunas de las reformas pendientes requerirán un trabajo prolongado y minucioso, por ejemplo, la llamada ley de partidos, la financiación de éstos y las reformas en la Ley Electoral.

El PSOE asegura que no quiere poner piedras en el camino de la negociación y, por tanto, no interrumpirá el diálogo cuando se produzca desacuerdo en alguna materia. Por el contrario, quieren resaltar los acuerdos, e incluso hacerlos públicos en cuanto se produzcan, para crear en la opinión pública un clima que haga ver que las dos fuerzas mayoritarias "trabajan en común en los problemas de Estado", señaló un ministro del Gobierno.

Este clima se manifestó anteayer y continuó ayer en el Pleno del Congreso en el intercambio amable de consideraciones entre González y Aznar, en contraste con la actitud de ambos en debates anteriores.

No obstante, el PSOE establecerá límites en sus relaciones con el PP, ya que piensa cuidar al máximo el frente de los partidos nacionalistas. La relación preferente con CiU es un hecho y con el PNV se ha recuperado estos últimos días.

El intento del PSOE de establecer relaciones cordiales con el PP puede verse perturbado por la situación de Cantabria. Los socialistas cántabros creen que se dan condiciones para una moción de censura contra Juan Hormaechea.

La dirección del PSOE está estudiando con sumo cuidado el asunto, aunque todavía no se ha tomado una decisión. En contra está el temor del PSOE de que el PP se irrite con la presentación de la moción y empiece otra etapa de descalificaciones por hacerse con el poder gracias a votos tránsfugas.