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Sean Connery revela que sufre un cáncer de garganta

Enric González

El actor escocés Sean Connery reveló ayer que acababa de concluir un tratamiento de radioterapia contra un cáncer en la garganta, aunque añadió que se sentía "estupendamente bien". Connery, uno de los actores más cotizados del mundo, fue tratado durante todo el mes de agosto y parte de septiembre en el hospital Royal Marsden, de Londres. El cáncer le fue detectado en 1990, pero la enfermedad remitió entonces gracias a una intervención quirúrgica con rayo láser. El resultado del nuevo tratamiento se conocerá a finales de año."Hace sólo un mes o cinco semanas que acabé con la radioterapia", dijo Connery en un programa de televisión, "pero en ningún momento he sufrido efectos secundarios como insomnio o depresión. Me siento estupendamente bien. Al principio estaba un poco asustado, pero debo decir, para cualquiera que necesite radioterapia, que es tan sencillo como pasear por un parque

Sean Connery reside habitualmente en la localidad malagueña de Marbella con su segunda esposa, la pintora Micheline Roquebrune, pero estos días se encuentra en Londres para promocionar su última película, Rising sun (Sol naciente).

Rising sun es la adaptación de una novela de Michael Crichton, autor de Parque Jurásico, y ha sido muy criticada por su aparente racismo antijaponés. "Eso es cosa de la película, no tiene que ver con mis puntos de vista", responde Connery, que en 1991 escandalizó al feminismo con su afirmación de que "un hombre puede hacer cosas peores que darle a su mujer un bofetón de vez en cuando".

Las lectoras de la revista norteamericana People le eligieron en 1989 como "el hombre vivo más sexy" ("no debe haber mucho sex appeal entre los muertos", se limitó a comentar él), y a sus 63 años sigue protagonizando a hombres de acción como el policía John Connor, su personaje en Rising sun. "Me sorprende un poco estar haciendo esas cosas a mi edad; supongo que algún día tendré que colgar definitivamente el peluquín", declaró Connery el domingo a The Sunday Times.

Un tatuaje de Escocia

Sus ideas políticas también son causa de cierto escándalo entre los ingleses. Connery, que se hizo famoso por su interpretación del agente secreto James Bond en los años sesenta, detesta "al maldito Bond" y todo lo que representa, incluyendo "la dominación inglesa de Escocia". El actor, nacido en Edimburgo, es partidario de la independencia de Escocia y apoya al Partido Nacional Escocés, para el que ha protagonizado anuncios electorales. En uno de sus antebrazos tiene tatuada la palabra madre, y en el otro, la palabra Escocia.Su infancia fue extremadamente pobre. Trabajó como lechero y empleado de una funeraria desde los 14 años, se alistó en la Royal Navy a los 17 y fue licenciado a los 20 por sufrir úlcera duodenal. Después se empleó como camionero y se dedicó al culturismo, gracias al que tuvo su primer contacto con la fama: obtuvo la medalla de bronce, como representante de Escocia, en un concurso para la elección de Mister Universo.

Su físico le permitió obtener un papel como boxeador para la televisión y, tras interpretar muchos personajes secundarios ("mi época de prostitución", según dice), fue elegido en 1962 para encarnar a James Bond, agente secreto 007. "Francamente, mataría con mis propias manos a ese bastardo de Bond", afirma ahora Sean Connery.

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