Tasas universitarias

Aún me recupero suavemente del impacto psicológico y económico que me ha producido la última cornada que me ha asestado el Gobierno felipista. Que vaya por delante que estoy excluido, por decisión personal, de cualquier sector "anti-todo" o belicista que tenga por vicio machacar los infortunios del poder Ejecutivo. Sigo convaleciente y en estado de espera. Explico muy escuetamente los motivos justificantes de mi malestar: es inaceptable la subida desmesurada de tasas universitarias sin sujeción al parámetro del IPC. Estos aumentos son la rutina de cada año, pero esta vez el hecho es de juzgado de guardia. Es inadmisible la tendencia irracional a satisfacer la educación superior únicamente para las clases sociales sin grandes problemas económicos. Máxime cuando el Gobierno de turno se mueve con criterios de solidaridad, igualdad y justicia social (según dicen ellos).Es repudiable que se avasalle económicamente a familias modestas que tienen el orgullo de tener dos o más hijos universitarios. Son un escándalo los déficit incontrolados de las universidades españolas a base de gastos superfluos que, en realidad, son errores de pésima gestión administrativa. Es bochornoso el precario sistema de becas, que premia a un porcentaje ínfimo de alumnos. ¿Qué pasa con los mediocres? ¿Y los voluntariosos a falta de inteligencia suprema? Me siento escéptico ante todo esto. Y con rabia contenida me atrevo a afirmar: la Universidad es para los mismos. Tomen buena nota-