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El presidente croata exige a las Naciones Unidas la soberanía en Krajina

El presidente de Croacia, Franjo Tudjman, amenazó ayer con exigir de nuevo la retirada de los cascos azules de territorio croata si en los próximos dos meses los soldados de la ONU siguen mostrándose incapaces de imponer la restauración paulatina de la soberanía croata en la región de Krajina, ocupada por fuerzas serbias desde la guerra de 1991. En tal caso, manifestó Tudjman, "arreglaremos el problema por todos los medios al alcance del pueblo croata".

En la apertura del segundo congreso de la Comunidad Democrática Croata (HDZ), el partido dirigido por el presidente, que cuenta con la mayoría absoluta en el Parlamento de Zagreb, Tudjman dejó claro que Croacia hará una primera reconsideración sobre presencia de las tropas de la ONU a los dos meses de la reciente resolución del Consejo de Seguridad y no al final del mandato de seis meses.El HDZ, que dos años después de la independencia ha logrado presentarse ante una mayoría de la población como único garante de los intereses del pueblo croata, ha sufrido últimamente un desgaste de su popularidad por la incapacidad de su Gobierno para poner fin a la ocupación serbia de casi un tercio del territorio de la república. En la región de Dalmacia, aislada del resto de Croacia por la ocupación de Krajina, la oposición a Tudjman aumenta con rapidez.

TudJinan, objeto de un culto a la personalidad en el HDZ similar al que prestaba el régimen yugoslavo a su líder Josip Broz Títo, también ve deteriorada su imagen entre el electorado por esta causa. Por ello, la ocupación serbia de territorio croata se convirtió ayer en la principal cuestión del discurso de apertura pronunciado por el presidente. "Esperamos que los serbios acepten la resolución 871 (del Consejo de Seguridad de la ONU) que supone el desarme de las unidades rebeldes. Si no, cancelaremos el mandato de las fuerzas de la ONU y solucionaremos la cuestión nosotros mismos".

TudJrnan exigió un renovado esfuerzo nacional para reforzar el potencial militar de Croacia y, aunque ofreció de nuevo una 11 autonomía cultural" a la minoría serbia en Croacia, la atacó por "haberse dejado utilizar por los extremistas serbios como instrumento de la política expansionista de Serbia".

El congreso, que concluirá hoy, establecerá la línea política y militar del partido gubernamental croata en el que han cristalizado ya dos líneas. Una, moderada, europeísta y autodenominada democristiana, es partidaria de soluciones negociadas en la Krajina. La otra, dominada por el lobby herzegovino encabezado por el ministro de Defensa, Gojko Susak, tiene un marcado carácter ultraderechista y militarista.

En Bosnia, la situación en el enclave musulmán de Bihac, cuyo presidente se niega a plegarse a los dictámenes del Gobierno de Sarajevo, se agravó ayer. Rebeldes musulmanes conquistaron el estratégico enclave de Cazin, según confirmaron fuentes militares bosnias.

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Por otra parte, el nuevo primer ministro griego, Andreas Papandreu, anunció ayer que Grecia se retira de las negociaciones bajo auspicio de la ONU para una solución negociada al conflicto entre Atenas y la república de Macedonia. "Grecia no mantendrá diálogo alguno sobre el nombre [de Macedonia]", dijo. "Esa cuestión se ha acabado". Papandreu ganó las elecciones el domingo tras una campaña electoral de tinte nacionalista.

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