El principal problema de la ciencia española está en las empresas, afirma Suárez Pertierra

La reticencia de las empresas españolas a realizar investigación y desarrollo propios fue identificada ayer por el ministro de Educación y Ciencia como el principal problema a que se enfrenta el sistema español de ciencia y tecnología. Gustavo Suárez Pertierra intervino en las jornadas que marcan la inauguración del parque tecnológico Cartuja 93, que ocupa la mayor parte del espacio dejado por la Expo 92 y que se abre bajo el signo de la crisis, con sólo media docena de entidades en funcionamiento, aunque con más de una treintena de proyectos en marcha.

Suárez Pertierra, en su primera declaración de intenciones sobre política científica desde su nombramiento, anunció un nuevo impulso a la investigación pública, pero insistió sobre todo en medidas para implicar a las empresas en actividades de investigación y desarrollo (I+D), la gran asignatura pendiente de la ciencia española. Actualmente, las empresas sólo emplean al 30% de los investigadores españoles, frente a más de un 50% en el resto de Europa. Subrayó que se aumenta el presupuesto dedicado a I+D para el próximo año, lo que indica es una prioridad en tiempos de crisis.El ministro de Industria y Energía, Juan Manuel Eguiagaray, coincidió por la tarde con el de Educación y Ciencia en buena parte de su diagnóstico sobre la I+D como factor esencial de la competitividad empresarial y responsabilizó a las propias empresas de conseguir este objetivo.

La Administración se está planteando, dijo Suarez Pertierra, medidas (becas, subvenciones, desgravación fiscal) para que los numerosos becarios formados en los últimos años con dinero público se incorporen a las empresas, y también intenta que las empresas cuenten más con los organismos públicos de investigación y las universidades, fomentando la investigación orientada al sector productivo y aumentando los incentivos fiscales.

El ministro de Educación aseguró que se va a extremar la coordinación con los ministerios y agentes sociales implicados, especialmente con el Ministerio de Industria. Eguiagaray también se refirió a los problemas de coordinación al señalar de forma tajante que es un grave defecto la actual falta de coordinación entre las distintas administraciones. "Es preciso reducir la enorme maraña de instrumentos disponibles para fomentar la competitividad", dijo.

Suarez Pertierra anunció para los próximos dos años una reforma del Plan Nacional de I+D para financiar investigación precompetitiva que sirva luego a las empresas y a sectores de interés social, como medicina y educación.

Un parque venido a menos

Concebido antes de que se celebrara la Expo como un lugar para albergar exclusivamente instalaciones científicas, el parque tecnológico que se inaugura ahora ha dejado en el camino el idealismo para convertirse en una zona de servicios selectivos y formación salpicada por algunas instalaciones de I+D. Ocupa la mitad del recinto en el que se desarrolló la Exposición Universal, en concreto, la zona de pabellones internacionales, de los que sólo permanecen en pie 26. A él se trasladarán varios centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad de Sevilla, entre otros organismos públicos.La propiedad del terreno, que fue expropiada por el Estado para la realización de la muestra, se ha repartido entre las tres administraciones que en la actualidad tienen competencias sobre la isla de La Cartuja: Gobierno central, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla. La mayor representación, el 51%, corresponde al Estado; el 44%, al Ejecutivo autonómico, y el 5%, al municipio.

Tras la inauguración oficial de esta zona del recinto, rodeada de un área universitaria, de servicios comerciales, un parque temático y un espacio verde, sólo media docena de entidades están instaladas. Son IBM, Tecnológica, Controlban, la Confederación de Empresarios de Andalucía, Emasesa y el Instituto Andaluz de Patrimonio. En los próximos días se espera la incorporación de entidades como Rank Xerox, Siemens, la ONCE, la Escuela de Organización Industrial, el Instituto Europeo de Prospectiva Tecnológica de la CE (el primer centro de la comunidad en España) y el centro de aceleradores andaluz.

Cartuja 93, coordinadora de la reutilización del recinto, asegura contar con el compromiso de 34 entidades, y el presidente de la asociación de empresarios del proyecto, Antonio Criado, estima que la capacidad de generación de empleo de las instalaciones a corto plazo es de 3.000 puestos de trabajo.