Hospitales sí, 'sidatorios' no
Encontramos en las páginas de EL PAÍS (3 de octubre de 1993, páginas 26 y 27) un artículo que trata la noticia de la creación de un catálogo de tratamientos sanitarios que debe cubrir la Seguridad Social, anunciado recientemente por el Ministerio de Sanidad y Consumo, con el fin de racionalizar y reducir el gasto público en los tiempos de recortes que nos están tocando vivir.De la información se desprende que, en opinión de los responsables sanitarios, la factura de Sanidad incluye en estos momentos una parte muy importante del gasto que debería imputarse al Ministerio de Asuntos Sociales. Una vez más entendemos que a la hora de buscar ejemplos que demuestren lo anterior se separa y distingue entre enfermos crónicos, por un lado, y enfermos de sida, por otro. A primera vista nos parece un error, pues el problema planteado por ambos es el mismo: la ocupación, a veces, de camas de hospitales de agudos por falta de lugares más adecuados adonde llevarlos.
Sin embargo, después de leído el artículo vemos que no era un error esta distinción entre unos y otros y que tenía su justificación, pues, aunque el problema que presentan ambos colectivos era el mismo, no lo eran las soluciones que para cada uno de ellos se plantean. Mientras que la solución para los enfermos crónicos es la creación de hospitales para crónicos, residencias asistidas o centros sociosanitarios, para los "enfermos de sida o toxicómanos el planteamiento es que se creen centros adecuados".
Ante tan desafortunado planteamiento, este Comité Ciudadano Anti-Sida comunica lo siguiente:
1. Bajo el eufemismo de "centros adecuados" para las personas enfermas de sida se esconde la creación de una red de sidatorios donde aislar y separar a estos enfermos.
2. La solución para las personas enfermas de sida que no tienen donde ser asistidas no es la creación de "centros adecuados", sino que es la misma que para todos los enfermos crónicos: la creación de más residencias asistidas para todo tipo de enfermos crónicos, sea cual sea la enfermedad que padezcan.
3. La existencia actual de casas de acogida para enfermos de sida son un remedio y un parche temporal y no deben proliferar. Las creadas hasta la fecha lo han sido por dos razones fundamentales, razones de signo negativo que conviene sean corregidas en lugar de consentidas, y que son: la escasez de plazas en hospitales para crónicos y centros asistidos y la negativa de estos centros a atender a personas con sida.
4. Antes de afirmar que "muchos enfermos de sida permanecen en el hospital innecesariamente" conviene saber que el diagnóstico de sida no equivale a un desahucio, y en infinidad de ocasiones, en la fase más avanzada de la enfermedad, se sigue necesitando de asistencia hospitalaria ante la aparición y / o repetición de numerosos cuadros agudos que requieren una atención que en las residencias asistidas no existe.
5. Por último, lamentar que una vez más se siga diciendo "enfermos de sida o toxicómanos". Poco hemos avanzado si seguimos confundiendo términos.-
Director del Comité Ciudadano Anti-Sida.
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