Los 'hooligans' asolan Holanda
Cerca de 1.000 seguidores británicos llegados a Holanda para asistir ayer al encuentro eliminatorio de la Copa del Mundo, causaron grandes destrozos el martes y ayer en las calles de Amsterdam y Rotterdam. La policía detuvo a casi 600 hinchas de los que 11 deberán comparecer ante un juez. El ministro británico de Interior, Michael Howard recomendó a las autoridades holandesas que "procesen a los detenidos".Los hinchas británicos, alrededor de 1.000 según fuentes policiales, deambularon por las calles de Amsterdam durante la tarde del martes sin provocar altercados importantes. Los problemas se iniciaron cuando un grupo comenzó, sin causa aparente, a lanzar botellas de cerveza vacías y cristales contra una pareja de agentes que realizaban su ronda rutinaria, según informó Liesbeth Feuth, portavoz de la policía local. Uno de los agentes resultó herido y fueron necesarios 50 puntos de sutura.
Ante el cariz que tomaron los acontecimientos varias unidades móviles de la policía cargaron contra los seguidores británicos arrestando a 65.
Cuando las aguas parecían haber vuelto a su cauce, hacia las nueve de la noche, comenzaron nuevos incidentes en las calles más céntricas de la ciudad. Decenas de cristales y vehículos resultaron destrozados, sin que hasta el momento se hayan evaluado los daños. Alrededor de 350 policías se desplazaron entonces al lugar de los hechos y cargaron, algunos a caballo, con gases lacrimógenos contra los hinchas congregados. Los enfrentamientos se saldaron con 195 detenidos, que en su mayoría están siendo devueltos al Reino Unido en avión. A las cuatro de la tarde de ayer partió el primer vuelo con destino a Luton (Inglaterra) custodiado por 15 policías holandeses. "Los gastos correrán de su cuenta", aseguró Feuth.
Los incidentes habían comenzado ya el pasado lunes cuando numerosos seguidores británicos comenzaron a llegar a Holanda. Ese día, 39 hinchas fueron detenidos por provocar peleas en las calles e insultar y amenazar a los transeúntes. Nueve fueron ya devueltos a Inglaterra y otros siete comparecerán hoy ante el juez.
En prevención de mayores problemas, la policía diseñó medidas especiales de seguridad. Todos los autobuses que a lo largo del día de ayer debían llegar desde el Reino Unido fueron retenidos en la frontera de Hazeldorik (Holanda), donde se instalaron servicios y puestos de bebidas y comidas, para hacer más cómoda la espera. "Sobre las cinco de la tarde los autobuses se dirigirán en caravana y custodiados por vehículos de la policía hasta Rotterdam a presenciar el cuentro", explicó Robert Siebelink, portavoz del Servicio contra Vandalismo en el Fútbol de la policía de Holanda.
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