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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Comentario a 'El gran timonel'

Permítame un breve comentario al artículo El gran timonel, de Manuel Rivas, publicado el 20 de septiembre de 1993, por la actualidad de la figura que enjuicia, el político Manuel Fraga, y la mixtificada interpretación de la que contrapone como su alternativa, es decir, el candidato del PSOE.Usando las figuras retóricas de la sermonización y la ironía, Manuel Rivas nos cuenta cómo un tocayo suyo, gaiteiro liberal según él, categoriza a Manuel Fraga como un okupa institucional -con las resonancias de patada en la puerta y resistencia al desalojo que connota- y "un fenómeno totalizador", sin atreverse a decir totalitario, supongo que por temor a la descalifica ción. Y para demostrarlo nos re gala vivos ejemplos que corroboran su afirmación, como la flagrante contradicción en la que el presidente del Gobierno gallego cae parafraseando a Voltaire con respecto a la tolerancia cuando (su Gobierno / TVG) lo excluye por conflictivo como colabora dor de un programa deportivo; o su omnipresencia en los medios públicos, reemplazando en cual quier acto a los protagonistas, que no duda en comparar con el culto a la personalidad que se de dicó a Mao Zedong en la China de su época; o la imposición de un reglamento restrictivo para la oposición que su partido, el PP, critica en el Parlamento español.De esta forma, argumentando ad absurdum pretende convencernos de que si su oponente (el candidato del PSOE) triunfara en las elecciones autonómicas gallegas, Galicia pasaría a disfrutar, si no de un menor intervencionismo por parte del Estado en todos los resquicios de la sociedad, al menos de una mayor libertad de expresión y enriquecimiento intelectual en los medios públicos, "y hasta podría hablar de fútbol por televisión" nuestro gaiteiro liberal.De verdad que como lector no puedo dejar de sentir lástima por la injusticia que se le ha hecho a su tocayo no permitiéndole hablar de fútbol por televisión, pero, siguiendo con su argumentación alternativa, ¿se imagina cuántos tocayos de otros escritores y periodistas no podrían hacerlo en caso de que el PSOE ganara las elecciones? ¿Conoce la cantidad de escritores y periodistas que desde hace 10 años no pueden colaborar con TVE por ese mismo motivo? ¿Sabe de la continua contradicción en la que vive el jefe del partido del que tanto espera incumpliendo en la práctica cuanto promete con la palabra? ¿Sospecha tal vez la apropiación que el partido en el que confía ejerce en TVE a diario, y mayormente en todas cuantas elecciones ha habido desde que ocupa -sin k- el Gobiemo de España? ¿Escuchó al-

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guna vez la acusación de cesarismo, endiosamiento y desprecio al Parlamento que todos los partidos políticos salvo el suyo propio dedican al jefe de ese partido al que entrega su suerte?

No, supongo que su tocayo nada de esto sabrá, pues si no dificilmente haría tan vana contraposición. Su iluminada tesis podría ser discutible si no hubiera experiencia sobrada del despotismo iletrado con el que nos gobiema el partido de su esperanza, el PSOE, desde hace una década. Aunque tal vez su tocayo no haya vivido en España en los últimos 10 años. Tal vez por eso conserve aún inmaculada la ilusión de los ingenuos-

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