Centenares de independentistas se manifestaron contra los Reyes en Bilbao

Centenares de independentistas, entre los que se encontraban miembros de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, se manifestaron al mediodía de ayer ante la Diputación Foral de Vizcaya, mientras los Reyes eran agasajados en el interior. Las consignas de los abertzales se mezclaron con gritos en favor del ingeniero Iglesias y "vivas" aislados para los Reyes. Cuatro amenazas de bombas en lugares relacionados con la visita real resultaron falsas. De los choques entre la Ertzaintza y los alborotadores una persona resultó herida.

Una banda denominada Iraultze aske (Revolución libre) se atribuyó la autoría, a través de Egin, de cuatro explosivos que estallaron la semana pasada en Bilbao, Sondika y Eibar (Guipúzcoa) contra ofinicas de Correos y Telefónica, en protesta por la anunciada visita de los Reyes a Euskadi.Don Juan Carlos tuvo que soportar los gritos de independentzia (independencia) y Erregeak Kanpora (Reyes fuera) nada más bajar del automóvil que le llevó, a la una y media de la tarde, al palacio de la Diputación Foral.

A esa hora lucía el sol en Bilbao y los manifestantes de HB seguían empleados en "mandar a los borbones a los tiburones", según gritaban.

Dos amas de casa hacían tiempo y era difícil descifrar si habían acudido a protestar o a aplaudir. "SI el Rey me preguntara algo le diría que hay mucho paro y muchas injusticias y que no puede ser que los vascos tengamos tan mala prensa y fama de criminales. ¡Si donde está lo peor es en Marbella!", dijo una de ellas.

Insultos a Atutxa

La aparición, a las 12.52, de un ciudadano con un paraguas negro pintado con la palabra independentzia fue el pistoletazo de salida para el griterio. Los típicos eslóganes de la izquierda abertzale se mezclaban con insultos al consejero de Interior, Juan María Atutxa, como "Atutxa valiente, valiente hijo de puta". Atutxa y su policía fueron uno de los objetivos preferidos de los de HB, junto con la Televisión y las personas favorables a la visita de los Reyes, que aguantaron estoicamente los gritos de "fascistas", "iros a España" o "a ellos, la ley de Extranjería".

Los ánimos se iban agriando por momentos aunque la barrera de policías autónomos y del Cuerpo Nacional de Policía contuvo sin problemas la marea abertzale. Nadie se arrugaba, y los gritos en favor de ETA eran contestados desde ambos flancos de la Diputación con frases como "ETA asesinos" y "HB asesina".

Tras el canto del Eusko Gudariak (el himno del soldado vasco), los dirigentes de HB -entre ellos Idígoras y Erkizla- plegaron la pancarta y dieron por terminada la protesta. Las primeras posiciones fueron ganadas entonces por menores que no pararon de gritar hasta las 14.30, momento en que se disolvieron. Entonces se produjo una carga con porras y pelotas de goma. Una persona resultó herida. Los incidentes no fueron a más.