Listos y tontos

1. Cuando este verano advertimos del riesgo de incendio a quienes asaban la carne en el bosque reseco nos contestaron con insultos.

2. El visitante vio al entrar al hospital los carteles prohibiendo fumar, y luego al celador de la puerta con su cigarrillo en la boca, anticipando una estampa de incumplimiento general.

3. Si se considera lo que declaran en el IRPF los empresarios y trabajadores por cuenta propia de este país resulta que son bastante más pobres que los asalariados.

4. Amanecía y conducía tranquilamente cuando, inexplicablemente, otro vehículo se abalanzó sobre el suyo en una recta cercana a las discotecas a las afueras de la ciudad.

5. Trabajaba para una de las empresas de economía sumergida de la comarca y ganaba poco. Menos mal que aún seguía cobrando el paro.

6. Oí decir: este año también cogeré una baja por depresión.

7. Al dejar el turno rodado para ocupar el nuevo despacho sindical pensó para sí que no volvería nunca a su antiguo empleo.

8. Hemos podido leer que la mitad de los comerciantes de países europeos han defraudado el impuesto del IVA.

9. Cuando fue nombrado director del organismo oficial local repasó los objetivos y medios para mejorar la eficiencia interna y la calidad en la atención al público. Vislumbraba las dificultades: compromisos, inercias, múltiples reglamentos, dependencia de superiores en exceso politizados. Pocos meses después su objetivo íntimo era durar en el cargo.

Ninguna tragedia, ninguna catástrofe, hechos cotidianos menores. Picaresca, parasitismo, irresponsabilidad, fraude, riesgos para otros, devastación de recursos naturales. Hábitos tolerados, y por eso extendidos, que fomentan inequidad y empobrecen.

Actitudes soslayadas de ordinario por los creadores de opinión y los políticos. No es el caso, afortunadamente, del señor Griñán, ministro de Trabajo, que ha hecho unas enérgicas declaraciones sobre alguno de estos temas, los de mayor importancia económica; espero tengan una continuidad y comience a perder alguna vigencia el viejo dicho: los listos viven de los tontos, y los tontos, de su trabajo-

Vicente Mainar Tello.