Intrusismo y engaño
Los especialistas insisten en que acudir al médico es fundamental en cualquier trastorno varicoso para descartar que detrás de esa pequeña varícula no existe un problema venoso cuyas causas hay que tratar. "El problema es que lo relacionado con la estética, especialmente en el caso de las mujeres, está sujeto a un grado importante de intrusismo, cuando no al engaño", afirma José Antonio Jiménez Cossío. "Es frecuente que, en este tipo de trastornos, el paciente no sepa a quién acudir, y que las pequeñas varicosidades acaben en manos de la esteticienne o del médico no especialista", añade.Técnicamente es sencillo practicar la esclerosis de unas varículas, según José María Callejas, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Vascular. De ahí la proliferación de tratamientos en gabinetes de belleza o centros que anuncian intervenciones rápidas e indoloras. "El riesgo es tratar cualquier tipo de variz con este método, cuando la cirugía es necesaria, o que se esconda un problema de salud y no solamente estético", explica Callejas. Una esclerosis de esas pequeñas venillas cutáneas mal realizada puede producir úlceras y manchas o reacciones alérgicas.
En otros casos se anuncian tratamientos de estimulación muscular con la pretensión de corregir el trastorno. Estos métodos son, en el mejor de los casos, absolutamente ineficaces o tan efectivos como una buena caminata diaria. Un masaje mal dado puede además agravar el problema.
Los especialistas se muestran también escépticos ante la utilización del láser para practicar esclerosis. "Una ventaja del láser es que no hay que pinchar al paciente", afirma José Javier Serrano. "Pero resulta un método caro y lento, y donde se ha producido el disparo del láser la piel pierde pigmentación y pueden quedar manchas", añade.
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