Rezar por la salvación de Rusia

La Iglesia Ortodoxa Rusa se ha sumido en la crisis "sin intención de actuar como líder político", en palabras del metropolitano Kirill, pero gracias al conflicto está obteniendo un notable protagonismo.La mediación del Patriarca de Moscú y de Todas las Rusias, Alexi II, está encarrilando la negociación entre los dos enconados adversarios gracias a la estricta neutralidad de que hacen gala los clérigos. Ellos no apoyan ni a unos ni a otros porque lo importantes es "salvar a Rusia". Y para lograrlo, han pedido que hoy, a las 10 de la mañana, los creyentes ortodoxos y los rusos de buena voluntad en general recen por ese objetivo.

A esa hora, el patriarca y los restantes miembros del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que se ha reunido viernes y sábado en Moscú, celebrarán un oficio en la catedral. Allí estará presente el icono de la Madre de Dios de la catedral de Vladímir, que será trasladado desde el museo estatal al que lo llevaron las autoridades soviéticas. A ese icono le atribuyen los creyentes facultades milagrosas.

Media hora antes comenzará en la Casa Blanca otra celebración religiosa, oficiada por el clérigo y diputado encerrado Alexi Slovin, que estará acompañado por compañeros del monasterio de San Danílov, residencia del patriarca y lugar donde se desarrollan las negociaciones.

Caras de ruego

El metropolitano Kirill explicó a la prensa que él mismo había acudido ayer a la Casa Blanca. "Al llegar hablé con los policías del cerco y vi sus caras, unas caras que expresaban su ruego de que se hiciera todo lo posible para aliviar la cruz que están llevando. Luego, ya en la Casa Blanca, vi los mismos uniformes, los mismos policías y las mismas caras. Unos y otros forman un mismo pueblo, dividido por una situación trágica. En esta situación, la obligación de la Iglesia es levantar su voz y pedir a todos que paren de una vez".

Kirill recordó el papel de la Iglesia ortodoxa en la fundación de Rusia y en el mantenimiento de su unidad y subrayó que en momentos críticos, como el actual, "siempre levantó su voz".

Los representantes ortodoxos volvieron hacer ayer un llamamiento a la calma, tras las violentas manifestaciones registradas en el centro de Moscú. Los líderes políticos, dicen los clérigos en un comunicado emitido tras su reunión de ayer, deben renunciar a la violencia si no quieren romper el país. El Santo Sínodo comparó la situación actual con el periodo de luchas por el trono del zar que azotó Moscú a principios del siglo XVII.

"Sólo hay una vía adecuada para salir de esta peligrosa parálisis: el diálogo acompañado del respeto por el orden legal y el rechazo de la violencia", decía el comunicado de la asamblea de la Iglesia rusa, que mide cuidadosamente sus palabras para no ser acusada de tomar partido. ."Cualquier intento de restringir la libertad del pueblo debe considerarse inaceptable".