"Negociación innecesaria"
Las negociaciones promovidas por el patriarca de Moscú y todas las Rusias, Alexi II, tuvieron un comienzo fulgurante el jueves y se estancaron ayer de tal manera que anoche se temía por su continuidad. Andréi Filátov, representante del Gobierno, llegó a decir: "Tengo la sensación de que esta negociación es de todo punto inncesaria".Los representantes del Gobierno se reunieron el jueves por la noche con los presidentes de las dos cámaras del Sóviet Supremo, el alcalde de Moscú y el mediador eclesiástico. A las dos de la madrugada de ayer llegaron al siguiente acuerdo: el Ayuntamiento se comprometía a restablecer los servicios de calefacción, electricidad y agua y, a cambio, los parlamentarios aceptaban entregar todas las armas que estaban de más: sólo escoltas y guardias de seguridad tenían permiso para conservar las suyas.
Primero, los tres ministros de fuerza (Defensa, Interior y Seguridad) nombrados por Alexandr Rutskói; luego, el presídium del Parlamento y, más tarde, los 160 diputados presentes en el Congreso rechazaron ya por la mañana el acuerdo suscrito por sus representantes y nombraron a otros. A lo largo de la jornada no se produjeron avances: los enviados parlamentarios no quieren ni oír hablar de entregar las armas hasta que se levante el cerco policial, y los del presidente insisten en que los acuerdos se firman para ser cumplidos.
Hasta que no se resuelva este problema, no se podrá pasar a la segunda fase de negociación, sobre temas políticos. La posición del presidente para esa fase es la de no retirar el decreto de disolución del Parlamento y aceptar que la discusión se centre en la cuestión electoral. Anoche, el Parlamento volvió a quedarse a oscuras.
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