_
_
_
_

Los dirigentes siberianos negocian con Moscú sus reivindicaciones autonómicas

Pilar Bonet

Los barones (dirigentes regionales) siberianos sustituyeron ayer sus intentos de sacar provecho de la situación de conflicto en Moscú y dieron prioridad a la búsqueda de acuerdos inmediatos sobre las reivindicaciones autonómicas en una reunión mantenida en Novosibirsk, considerada el foco de resistencia más importante a Borís Yeltsin, si se excluye el Parlamento, que preside Ruslán Jasbulátov. El viceprimer ministro, Serguéi Shajrái, asistió a la cita, a la que concurrieron representantes de 12 regiones, tanto del Ejecutivo como del Legislativo.

Más información
Yeltsin exige al Parlamento que entregue las armas

La reunión de Novosibirsk era una de las ocho sesiones de debate que los integrantes del Gobierno ruso mantenían este fin de semana antes de proceder el próximo lunes a la reunión del Consejo Federal, órgano que agrupa a los 89 territorios rusos.Observadores políticos en Novosibirsk constataban la tendencia al aplazamiento del debate de los asuntos más conflictivos en las relaciones entre el poder central y las regiones. La élite regional se concentraba en la búsqueda de compromisos, lo que no significaba ni mucho menos la resolución de los numerosos problemas pendientes.

En Novosibirsk, la cuarta ciudad del país, con 1,5 millones de habitantes, no se dieron ayer ultimatos ni se anunciaron pasos concretos para crear la República de Siberia, ni se recuperó la idea de bloquear el ferrocarril transiberiano durante un periodo de dos horas. No hubo ninguna de las exigencias que hace sólo dos días formuló la Unión de Siberia, una asociación de carácter regional en la que se integran 19 territorios, entre ellos los más ricos de Rusia.

La diferencia entre ambas reuniones es que en la primera estaban representados sobre todo los sóviets (Legislativo), mientras que la de ayer estaba equilibrada con jefes de la administración (Ejecutivo).

Los dirigentes reunidos aprobaron un texto de seis puntos en el que piden el fin del bloqueo de la Casa Blanca, el cese de la censura informativa y la convocatoria de elecciones anticipadas de presidente y Parlamento.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los líderes no se pusieron de acuerdo sobre si los comicios debían ser simultáneos o no, y decidieron dejar este adjetivo entre paréntesis con el fin de debatir el tema en el futuro. También usaron los paréntesis para conciliar los dos nombres que ahora recibe el Consejo de la Federación, según sea convocado por el presidente o por los representantes de los territorios.

En esta bizantina discusión se invirtieron mucho tiempo y energías, según uno de los participantes. Seis horas a puerta cerrada se necesitaron para aprobar el documento, con el que ninguno estaba completamente satisfecho. Shajrái justificó el 1acónicol, contenido del texto aprobado, declarando que lo más importante de la jornada negociadora había sido la presencia conjunta de representantes del Legislativo y del Ejecutivo en torno a una misma mesa.

Purgas políticas

Vitali Muja, el jefe de la administración de Novosibirsk, desmintió las informaciones de que el presidente le había destituido. Muja, un ex director de fábrica y ex líder del partido comunista, se opuso con rotundidad al decreto por el que Borís Yeltsin disolvió el Parlamento. En un arrebato visceral, Muja calificó de "delincuente estatal" a todo el que apoyara el decreto. Yeltsin, por lo visto, ha decidido no hacer caso de la recomendación de Anatoli Manojin, su representante en Novosibirsk, quien estaba a favor de la defenestración inmediata de Muja.

Se da la circunstancia de que Yeltsin ya había destituido a Muja en marzo de este año, acusándole de mala administración. El cese no se llevó a la práctica, y el presidente acabó pidiéndole disculpas. El decreto presidencial ha puesto en dificil situación a Manojin, según el cual, Yeltsin no cesa a Muja "porque no quiere echar aceite al fuego".

Manojin se encuentra actualmente en una situación de asedio, porque si Muja no se va, a lo mejor quien tiene que irse es él. Un policía vigila su despacho para que Muja y la mayoría de los diputados del sóviet provincial no se lo clausuren, como intentaron hacer recientemente. Gracias al jefe militar de la región, el representante de Yeltsin puede desplazarse en un coche que le han proporcionado los poderes fácticos para sustituir a que le ha requisado el sóviet antiyeltsinista.

El representante del presidente es un cargo que se creó, a modo de comisario político, después del intento de golpe de Estado de agosto de 1991. Su función es vigilar que los dirigentes locales cumplan la voluntad del presidente. Por eso, donde los dirigentes son hostiles al presidente resultan figuras odiosas. Visiblemente cansado por la tensión de los últimos días, Manojin reconocía que Muja está todavía bien afianzado.

En la ciudad de Novosibirsk, el ambiente era tranquilo. Diez ancianas contrarias a Yeltsin se habían concentrado frente al edificio de la Administración provistas de megáfonos. Entre los empresarios, sin embargo, se hablaba de coaliciones para las futuras elecciones, y la duda se encontraba entre apoyar a Gaidar o a Yablinski.

Este último es el más popular entre los directores de las empresas, según una encuesta realizada por encargo de la Asociación Internacional de Directores de Empresa. El presidente ruso, Borís Yeltsin, no consiguió ni un solo punto en esta encuesta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_