José Luis Sampedro concluye con 'Real sitio' su trilogía de novelas

José Luis Sampedro (Barcelona, 1917) ha publicado recientemente su séptima novela, Real sitio, que forma parte de una trilogía junto a Octubre, octubre (1981) y La vieja sirena (1990). Hombre afable e ingenioso, se ha ganado a pulso la fama de ser uno de los escritores más simpáticos del panorama literario español; su relación con sus libros se puede resumir en esta frase: "Son cosas que me divierten mucho".

La última novela de José Luís Sampedro es el fruto de más de cuarenta años de trabajo, y se trata de una minuciosa descripción de dos periodos históricos (la España de principios del siglo XIX y la de 1930) y de un mismo lugar: Aranjuez. Sampedro es y no es un escritor profesional. Catedrático de Estructura Económica, la Universidad ha sido siempre su medio de vida, y es uno de los pocos novelistas españoles cuya obra es el fruto de una labor de documentación impresionante, mostrándose sensible a este reconocimiento, "Agradezco que se reconozca que yo trabajo mis novelas, porque ha habido críticos que no lo han visto. Yo creo que mis novelas están trabajadas. Serán buenas o malas, pero están trabajadas. El hecho de vivir de otra cosa me ha permitido hacer siempre lo que quería en literatura. Eso tiene sus ventajas, aunque he escrito menos, pero no me importa".Real sitio es una reflexión sobre el trabajo del historiador, ya que el lector descubre, a la vez, el trabajo de los historiadores sobre la corte de Carlos IV y lo que ocurrió en aquella corte. Sampedro aclara: "Me encantaba reunir el pasado del XVIII y lo que los historiadores del siglo XX piensan sobre ese pasado. No creo en la objetividad de casi nada. Todo lo que decimos o creemos que es una descripción, no lo es. Siempre interpretamos, nunca describimos".

Un personaje del libro, catedrática de Historia, dice: "Ya se acostumbrará a unir hilos al parecer ajenos uno a otro en el telar de la historia". La relación que se establece entre las tres obras que forman la trilogía es sutil y está por encima de cualquier continuidad en el tiempo y en el espacio: "La trilogía es una sensación personal. Las tres novelas son independientes, aunque he sacado personajes de una en otra".

Una de las cosas que más divierten a Sampedro es llenar sus novelas de pintorescos detalles históricos: "Si no me creo la historia que cuento, dudo de que se la crea el lector y, como yo quiero que se la crea, acumulo una cantidad enorme de documentación, que luego no sale en la novela, pero que me sirve para creérmelo".