Los 'recontras' nicaragüenses liberan "Sin condiciones" al agregado militar francés
El comando recontra que dirige José Ángel Talavera, El Chacal, liberó ayer al agregado militar de la Embajada francesa en Managua, André Solana, y a su adjunto, el sargento mayor Agustín Ferrey, secuestrados el pasado jueves en el municipio norteño de Quilalí, junto a la frontera con Honduras. Sergio Caragmana, funcionario de la Organización de Estados Americanos (OEA), que medió ante los secuestradores, aseguró ayer que los diplomáticos fueron liberados "sín ninguna condición".
El funcionario de la OEA se desplazó el viernes por la mañana hasta la localidad de Caulatú, en el municipio de Quilalí, y después de intensas gestiones logró la liberación de los dos diplomáticos franceses, según informó ayer el vicecanciller de Nicaragua, José Pallais. "No ha habido ninguna negociación ni condición alguna [para obtener la liberación de los secuestrados]", declaró Pallais, quien elogió la capacidad persuasiva de Caragmana.Aunque las razones del secuestro de los diplomáticos franceses no han sido aclaradas, Frank César, viceministro de Gobernación, aseguró que El Chacal retuvo a Solana y a Ferrey "por una mala interpetración" de unas declaraciones del portavoz del Ejército, Ricardo Wheelock. Según el dirigente recontra, citado por César, Wheelock habría dicho recientemente que el Ejército desconoce el contenido de los acuerdos llamados "de Caulatú", que pusieron fin al doble secuestro de diputados y dirigentes políticos perpetrados por recontras y sandinistas hace cinco semanas.
El final de la huelga de transportes contra el impuesto para la tenencia de vehículos, que pretendía gravar a los propietarios de vehículos, no ha detenido la crisis política que sufre el país centroamericano. La violencia verbal entre la presidenta, Violeta Chamorro, y el dirigente sandinista Daniel Ortega sube de tono por momentos. En una alocución dirigida a la nación el pasado viernes, Chamorro acusé a Ortega de torpedear su mandato presidencial desde que accedió al poder, en 1990.
Chamorro, emocionada, reprochó a Ortega su manifiesto apoyo a la huelga de transportes: "Bajo ningún pretexto, ningún nicaragüense, ni mucho menos el líder de un importante partido político, puede ni debe hacer un llamamiento a la rebelión en contra de un Gobierno legítimo y democrático", dijo la presidenta.
Ortega, por su parte, acusó al Gobierno de Chamorro de "mancharse las manos de sangre". Según Ortega, el Gobierno "asesino" de Chamorro es responsable de la muerte del oficial de policía Saúl Álvarez, abatido el pasado día 21 durante la huelga de transportes.
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