Leguina será responsable el próximo año de cinco universidades con 219.000 alumnos

El Congreso de los Diputados dió el visto bueno ayer a la reforma del Estatuto de Autonomía de Madrid, cuando algunas de las 32 nuevas competencias están a punto de llegar. En navidades, varias transferencias tendrían que ser ya responsabilidad del Gobierno regional, como el control de los 40.000 millones de pesetas que se manejan anualmente en la región en casinos y juegos, la concesión de emisoras de frecuencia modulada y el tutelaje sobre asociaciones, espectáculos, cámaras y fundaciones. El curso que viene, en la segunda fase del traspaso, llegarán los 219.000 alumnos de cinco universidades.

La sesión en el Congreso de los Diputados no aclaró ningún aspecto concreto sobre las 32 nuevas funciones que debe asumir la Comunidad de Madrid, pero cumplió con el imprescindible valor de lo simbólico. Sirvió, además, para satisfacer las aspiraciones personales e ideológicas de los tres diputados que intervinieron como representantes de la Asamblea de Madrid.Manuel Cobo y Javier Ledesma, del PP y el PSOE, respectivamente, admitieron antes de su intervención cierta sobrecarga de nervios y de emoción. La escena asemejaba el miedo escénico de algunos jugadores de fútbol al salir al Santiago Bernabéu. Sólo Jaime Ruiz, de IU, desmitificó la situación: "Todo llega pactado y no se puede modificar nada".

En los corrillos formados alrededor de la misión autonómica se recordaba, incluso, el infarto que sufrió el diputado regional del PP Gabriel Usera -ya fallecido- durante su defensa, también ante el Pleno del Congreso, de la Ley de Exenciones Fiscales para el Madrid 92. Uno de los diputados autonómicos se permitió una broma pesada para relajar el ambiente: "¡Oye, que Tejero anda suelto!". Otro comentó, ante la aparatosidad de los nuevos edificios del Congreso: "Allí, en San Bernardo [desvencijada sede de la Asamblea de Madrid], estamos mejor, todos más recogiditos".

El presidente de la Asamblea, Pedro Díez, y los portavoces autonómicos: Isabel Vilallonga (IU), Antonio Beteta (PP) y Teófilo Serrano (PSOE), asistieron como invitados.

Desacuerdo sanitario

Cobo habló de la identificación de Madrid con la sede de las instituciones del Estado, del "consenso fundamental" para estas materias y de que las 32 nuevas competencias no son todas las que solicitaba el PP, "por el desacuerdo sanitario". Preconizó la idea de una Comunidad "más útil, eficaz y de menor coste que la estatal". Y le respaldó como diputado nacional Luis Eduardo Cortés.

Ledesma empezó más sentimental. Rememoró su historial de 12 años de dedicación a la Comunidad y ensalzó como "socialista español" el que consideró uno de los logros indiscutibles de los Gobiernos demócratas: el Estado de las autonomías. Resumió las peculiaridades de la región y tildó como mejoras políticas "de hondo calado" las nuevas competencias, que vendrán acompañadas "de 45.000 servidores públicos". Le arropó el parlamentarl o José Barrionuevo. Ruiz fue algo más crítico, en la línea marcada por IU: oportunidad perdida, falta de consenso por el pacto autonómico entre PP y PSOE y reclamación de más autogobierno. El diputado nacional Franco González le sirvió de eco.