_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Aquellos polvos y estos lodos

Para entender lo que está ocurriendo en Moscú es necesario retroceder al fracaso de las decisiones adoptadas por los políticos rusos entre finales de 1991 y principios de 1992. Unánimemente celebraron el fin de la Unión entre las repúblicas y se embarcaron en una especie de terapia de choque económica. Pero la armonía entre ellos sólo duró unos meses y pronto comenzó la discordia. La razón es simple: en lugar de mejorar la crisis se acentuó y la situación social empeoró. La Comunidad de Estados Independientes (CEI) no funcionó.Debería haber habido un consenso nacional para cambiar el rumbo del país. En cambio los diferentes grupos continuaron pugnando entre sí cada uno intentando tumbar al otro, sin darse cuenta de que al hacer esto estaban poniendo a todo el país de rodillas. Desde marzo he declarado repetidamente que ninguna intriga o estratagema puede resolver esta crisis sino la convocatoria de elecciones parlamentarias y legislativas.

Más información
Gorbachov niega que las elecciones rusas puedan desarrollarse en un clima de libertad

No hay otra salida democrática, una vez que ambos poderes, legislativo y ejecutivo, se han mostrado incapaces de alcanzar acuerdos para las necesarias reformas en interés del pueblo.

Pero es bastante evidente que cualquier decisión en lo que respecta a las elecciones, Y las elecciones mismas, debe tener lugar en un clima de absoluta legalidad. Dije en el pasado y repito hoy, que si el presidente Yeltsin hubiera hecho una propuesta similar, habría tenido mi apoyo. En ese caso Borís Yeltsin habría demostrado que Ponía los intereses del país por encima de los suyos, y habría ganado un lugar en la historia de Rusia. Estoy seguro de que incluso el Congreso habría sido incapaz de decir que no. Desgraciadamente tengo que reconocer que las decisiones del presidente y todos los últimos pasos adoptados por ambos bandos son completamente inconstitucionales. Y el resultado ha sido que se han agravado los conflictos entre ambos poderes. Así se arriesgan a dividir a la sociedad, algo que sería inadmisible. Sé que muchas personas en Occidente apoyan a Yeltsin, pero me pregunto: ¿es ésta la democracia que queremos?

El pueblo ruso no quiere conflictos, quiere una solución pacífica, a favor de las reformas democráticas. Las Fuerzas Armadas piensan de igual modo. Por lo tanto, existen las condiciones apropiadas para la vuelta al camino correcto. La responsabilidad nos obliga a valemos de estas condiciones. Quien entienda esto y se mueva en esta dirección tendrá el apoyo del pueblo ruso.

La Stampa 1993

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_