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Serra afirma que la voluntad de pacto del Gobierno no implica retrasar la reforma laboral

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, afirmó ayer que la voluntad de pacto del Ejecutivo no implicará ningún retraso en la política económica que considera necesaria para salir de la crisis. "El ejemplode mayor trascendencia es el del mercado laboral", afirmó Serra, porque, "por razones de supervivencia económica ( ... ), debe cumplirse el calendario avanzado para esta reforma". La mayoría de las medidas para salir de la crisis entrarían así en vigor enenero próximo. El objetivo del Gobierno es que la mayor parte estén recogidas en una ley de acompañamiento a los presupuestos y que las de reforma laboral lleguen al Parlamento antes del 1 de enero como proyecto.

Narcís Serra resumió ante el World Economic Forum (un centro de debate que ayer analizó la situación de la economía en España) "los compromisos del Gobierno" en política económica. El vicepresidente los enumeró en el siguiente orden: control del déficit público; crear las condiciones para que bajen los tipos de interés; aplicar las reformas estructurales -entre las que la reforma laboral es la "más significativa"-; mantener "el esfuerzo" de inversión pública; apoyar la inversión privada y las exportaciones "en el marco de una política industrial consistente", y poner en marcha medidas activas de apoyo al empleo.El vicepresidente defendió "la imperiosa necesidad de reducir el déficit público" por tres razones: "El país no debe vivir de prestado". La contención del déficit es "la única vía posible" para reducir el diferencial de intereses con la Comunidad Europea. Y la rebaja del déficit "aumentaría la capacidad de ahorro de la economía".

La disminución del déficit es así una de las condiciones para que bajen los tipos de interés. Otra es que aumente la competencia entre las instituciones financieras para que "la sociedad pueda comprobar que las disminuciones de los tipos de referencia se trasladan a los que se aplican a los clientes". Serra apuntó que esto ocurrirá más fácilmente ahora "por la decisión del Banco de España de reducir en un punto el coeficiente de caja".

La reforma del mercado laboral -el tercer compromiso expuesto por el vicepresidente- es la reforma estructural "de mayor trascendencia". Serra aseguró que "algo no funciona" cuando, tras cinco años de elevado crecimiento económico, la tasa de paro no ha bajado del 16%. Por ello, añadió, "no estamos en condiciones de retrasar las soluciones necesarias" -expuestas, en "líneas generales", en el documento remitido al Consejo Económico y Social- y "debe cumplirse el calendario avanzado por el Gobierno para la aplicación de esta reforma".

La exigencia de cumplir un calendario fue remachada por Serra al final de su intervención. Éste, tras insistir en la "voluntad" del Gobierno para alcanzar un pacto, destacó que "en todo caso" debe quedar claro que el Ejecutivo "hará frente a sus responsabilidades ( ... ) dentro del calendario que ya ha hecho público ante los agentes sociales".

La inversión

El cuarto compromiso de política económica que expuso Serra es el apoyo a la inversión privada y el mantenimiento de la inversión pública. El vicepresidente apuntó que "el apoyo a la inversión privada, sea éste fiscal o financiero, debe enmarcarse en una política industrial adecuada que le dé coherencia y sentido". Esa política industrial "se intentará diseñar de forma consensuada con los sectores implicados".

El esfuerzo de inversión pública deberá convivir, dijo, con la reducción del déficit por la vía de modernizar la Administración Pública para hacerla más eficaz. Las medidas para "racionalizar la Administración" estarán -según apuntó posteriormente en el mismo foro el ministro de Economía, Pedro Solbes- se incluirán en la ley de acompañamiento a los presupuestos, que el Gobierno enviará a las Cortes a la vez que éstos.

El vicepresidente dejó claro que el "compromiso esencial" del pacto social con sindicatos y empresarios debe ser "el pacto de rentas y la aplicación de las reformas estructurales pendientes". Para los sindicatos, se traduce en un "crecimiento de rentas coherente con la tasa de inflación propuesta como objetivo", que es de un 3,5% para 1994, según apuntó el ministro Solbes. Los empresarios, mientras, deberían "trasladar a los precios los menores costes que resultan de la moderación salarial", así como a invertir y modernizar sus empresas.

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