"Mi nombramiento no es una operación de imagen"

Madrileño, de 44 años, profesor de Sociología en la Universidad Complutense, Humberto da Cruz era uno de los ecologistas más conocidos de España desde su puesto como portavoz y fundador, en 1979, de la rama nacional de la organización Amigos de la Tierra. Ahora, desde que lo decidió el Consejo de Ministros, el viernes pasado, es director general del Icona (Instituto para la Conservación de la Naturaleza).

Pregunta. ¿Le pilló de sorpresa el nombramiento?

Respuesta. Totalmente, aunque muchos no lo crean. Me hicieron la propuesta el jueves pasado, 24 horas antes.

P. Algunos dicen que ya se lo estaba trabajando, que era un ecologista muy poco crítico con la Administración.

R. Es que Amigos de la Tierra tiene otro estilo de trabajar. Prefiere negociar a hacer campanas espectaculares. No teníamos nada especial con el PSOE. También hemos mantenido muy buenas relaciones con el PP en Castilla y León, y con IU en Arganda.

P. ¿Se encuentra raro en este despacho, ocupado tradicionalmente por ingenieros?

R. Uno se acostumbra rápidamente, cosas más difíciles he hecho. Pero es verdad que mi nombramiento ha causado sorpresa. Uno de aquí, del Icona, me ha dicho: "No sé qué, es lo que más sorprende, si que seas ecologista o que seas sociólogo".

P. ¿Se lo pensó mucho?

R. No, no me dieron mucho tiempo para pensar. Pero acepté porque creo que es importante para una persona que ha estado años y años reivindicando cosas probar a ver si puede cambiar algo. Si se puede, si te dejan hacer. Intentarlo.

P. ¿Y si no puede? ¿Si tiene que caer en flagrantes contradicciones con lo que ha estado defendiendo hasta ahora?

R. Hay una política de gobierno y unas convicciones personales. Tengo que ajustarme a las dos pautas sin entrar en contradicciones evidentes.

P. Algunos compañeros suyos del movimiento ecologista dicen que su nombramiento es un mero símbolo, un guiño del PSOE a un sector social; que, a fin de cuentas, no les compromete mucho, ya que el Icona cada vez tiene menos competencias, por las transferencias a las autonomías.

R. No es verdad. Creo que hay una auténtica voluntad política de cambiar, que no es una operación de imagen. El Icona no es un adorno; tiene responsabilidades importantes en incendios forestales, protección de flora y fauna, cooperación internacional, lucha contra la desertificación, parques nacionales... Además, el Icona tiene que desempeñar una labor crucial de coordinación entre las diferentes comunidades autónomas.

P. Usted siempre ha defendido que el monte de El Pardo sea parque nacional, pero Agricultura nunca lo tuvo muy claro. ¿Qué dice ahora?

R. Apoyo claramente que sea parque nacional; además, estoy convencido de que es sólo una cuestión de tiempo. En cualquier caso, la decisión final corresponde, por ley, a las Cortes.

P. El anterior director del Icona, Santiago Marraco, declaraba una y otra vez que la inmensa mayoría de los incendios forestales se produce por negligencias humanas, y no por actos intencionados, con mala fe. Y daba estadísticas. ¿Lo comparte?

R. No del todo. Creo que está bastante equilibrado el porcentaje de los producidos por negligencia y los intencionados. Como sociólogo, quiero profundizar en las causas de los incendios.P. ¿La conservación de qué animal de la fauna ibérica le preocupa especialmente?

R. El oso y el lobo.

P. ¿Teme que le lluevan las críticas desde sus antiguos compañeros de viaje en el ecologismo?

R. Me imagino que me darán un plazo, porque queda poco elegante criticar desde el primer día. Aunque dependerá de lo que haga. Trabajaré por objetivos concretos. Y agradeceré las críticas, siempre que sean fundadas.