El Gobierno baraja reducir en una décima el gasto público para 1994

Más que una congelación, el Gobierno pretende dejar el gasto público a una temperatura bajo cero el año próximo. Aunque las cifras aún no son definitivas, el Presupuesto del Estado para 1994 contempla un decrecimiento en el gasto de entre una y tres décimas respecto de la previsión de cierre del ejercicio en curso, según confirmaron ayer fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda. La estimación de crecimiento económico real para 1994 también se ha rebajado al 1,3%, frente a los supuestos de 1,7% o 1,5% reflejados en el documento sobre líneas de política económica y presupuestaria entregado por el Gobierno a sindicatos y patronal en agosto.

Para este año, la desviación esperada en el gasto público ronda los 1,5 billones de pesetas -algo inferior a lo estimado a principios de agosto- sobre un presupuesto de 14,82 billones de pesetas. Según las mismas fuentes, la ralentización en el crecimiento del gasto público ha sido posible gracias a las medidas de contención del gasto en sanidad, al recorte de 100.000 millones de pesetas decidido por el nuevo equipo económico y al propio cambio de Gobierno que ha roto el ritmo normal en los compromisos de gasto.

Un 4% en pensiones

A pesar de esta mejora, la impresión en medios oficiales es que será dificil conseguir que el déficit público estatal se sitúe este año en el 5% del PIB, de acuerdo con la última estimación. La todavía importante desviación en los gastos -sobre todo en desempleo-, junto con una caída de los ingresos superior a los 700.000 millones, plantean un panorama "muy preocupante", según las mencionadas fuentes. También se duda ahora de que el objetivo del 4,5% para el año 1994 sea fácilmente alcanzable.En este panorama muy restrictivo, las únicas partidas que se salvarán del recorte el año próximo son las destinadas a pensiones e infraestructuras; se mantendrá el gasto en educación y el resto, especialmente, asuntos exteriores, defensa, industria y agricultura se reducirán.

La subida del gasto en pensiones será del 4%, según figura en una de las propuestas analizadas por el Gobierno. De este porcentaje, tres puntos corresponden a la actualización por inflación prevista, más otro punto por el llamado "efecto de sustitución", es decir, para compensar la mayor pensión que cobran los que se incorporan al sistema en relación a las bajas.

Todas estas cifras están aún a expensas del debate en el Ejecutivo, aunque la impresión es que "existe bastante resignación" porque está asumido que la situación es especialmente complicada. Las negociaciones con Convergencia i Unió y con los agentes sociales también condicionarán el diseño definitivo del Presupuesto del año próximo.