Gesto de buena voluntad
El nacionalista palestino Mubarak Awad, deportado por Israel en 1988, regresó ayer a Jerusalén gracias a un gesto destinado a amortiguar las críticas al Estado de Israel por su política de expulsiones. Awad, que es naturalizado estadounidense, llegó de Nueva York con un visado de turista con validez para 10 días. En ese tiempo, participará en Tel Aviv en una conferencia sobre la no violencia.Su llegada llenó de júbilo a los palestinos y constituyó un ejercicio de relaciones públicas por parte del Gobierno israelí. Su recibimiento en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv dió ímpetu a la atmósfera de optimismo que se vive en. vísperas del reconocimiento mutuo entre la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) e Israel.
Awad, nacido en Jerusalén, fue expulsado por sus actividades políticas, lo que causó furor internacional. Su Regada fue una especie de prólogo a un acontecimiento todavía más importante: mañana se espera el retorno de, por lo menos, la mitad de los 396 hombres que permanecen en tierra de nadie desde su expulsión al sur de Líbano el pasado diciembre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.