Atentado contra la cultura vasca

Ante el vandálico atentado sufrido por el Museo Vasco del Ferrocarril de Azpeitia, queremos manifestar nuestra más enérgica repulsa por cuanto supone de ataque frontal al patrimonio cultural vasco y a los museos como organismos encargados de la sal vaguardia y conservación de dicho patrimonio.Si llegara a confirmarse que el suceso de Azpeitia no es una simple gamberrada, producto del furor destructivo de tres o cuatro descerebrados, sino que sus autores han actuado guiados por una motivación política o ideológica, la gravedad de los hechos sería incomparablemente superior. Tratar de proporcionar una justificación o cobertura política -por leve que ésta fuera- a lo que no pasa de ser un demencial atentado contra los museos y el patrimonio cultural de Euskadi, supone abrir paso para que nuevas actuaciones de este tipo puedan producirse. Hoy le ha tocado al Museo Vasco del Ferrocarril de Azpeitia, mañana puede ser el turno del Museo San Telmo, el Museo de Bellas Artes de Bilbao o la Biblioteca Provincial de Guipúzcoa. Creemos que es hora de cerrar filas ante este abismo de irracionalidad y fanatismo pidiendo a todas las fuerzas políticas y culturales de Euskal Herria un posicionamiento claro y una condena tajante del hecho comentado. Hoy más que nunca es necesario subrayar la necesidad y la exigencia de que toda discrepancia política o cultural sea reconducida por cauces civilizados, descartando toda opción de violencia.

Como medida preventiva para tratar de evitar en lo posible este tipo de atentados contra los bienes culturales y la memoria histórica del país creemos oportuno, asimismo, efectuar una revisión y reforzamiento de las medidas de seguridad existentes en nuestros museos. Queremos, Por último, suscribir parte del escrito elaborado por el comité estatal del Consejo Internacional de Museos (ICOM) ante el atentado que en mayo de 1992 sufrió la ciudad de Florencia:

"Es necesario, ante todo, concienciar a la sociedad del valor de nuestra herencia cultura y natural como bien único e irrepetible, como lo es también la vida de cada hombre y de cada mujer, del derecho de cada ser humano a disfrutar de este legado común y del deber de contribuir a su preservación, y de que no haya causa ni motivo que justifique su daño o deterioro (...)".-

Mikel Alberdi y 30 firmas más. Trabajadores de los museos de Guipúzcoa. Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública. San Sebastián.