El Gobierno de Cliton prepara el escenario para firmar el acuerdo

El Gobierno norteamericano ha comenzado los preparativos de lo que se conoce ya como el superlunes 13 de septiembre, la fecha en la que, si las negociaciones no fracasan a última hora, los países involucrados en el conflicto de Oriente Próximo firmarán solemnente en Washington acuerdos bilaterales en una ceremonia histórica que podría presidir Bill Clinton. Funcionarios norteamericanos trabajan ya, según medios de comunicación de este país, en las invitaciones a los Gobiernos de Israel, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Jordania, Siria y Líbano, todos los participantes en el proceso de paz que comenzó en octubre de 1991 en Madrid.

Todavía no se conoce el nivel que tendrán las delegaciones asistentes porque eso depende de que Israel y la OLP consigan antes un acuerdo de reconocimiento mutuo. Si es así, ambas partes podrían estar representadas por su primer ministro, Isaac Rabin, y su presidente, Yasir Arafat, respectivamente.

Si el acuerdo que negocian bilateralmente israelíes con libaneses, jordanos y sirios es satisfactorio para todos, no se descarta que también esos países envíen a la capital norteamericana representación del más alto nivel. Las conversaciones sostenidas aquí la pasada semana -y que se reanudarán el martes- permitieron avances en esas tres mesas negociadoras, pero todavía no se ha conseguido un compromiso final.

Al superlunes asistirían también como testigos del acontecimiento: los ministros de Asuntos Exteriores de Noruega -país en el que se celebraron las conversaciones secretas entre israelíes y palestinos-, Egipto -que ha actuado como intermediario-, Túnez -que alberga el cuartel general de la OLP- y Arabia Saudí -que tendrá que ayudar al desarrollo económico de los nuevos territorios autónomos-.