_
_
_
_
_

Detenido por corrupción el 'numero dos' de la Audiencia de Milán

El caso Enimont, el mayor episodio de corrupción descubierto hasta ahora durante la investigación de los cobros de comisiones ilegales en Italia, ha salpicado a lo más alto de la magistratura italiana. El juez Diego Curto, vicepresidente de la Audiencia de Milán -precisamente la que lleva a cabo las pesquisas-, fue detenido ayer, después de que un testigo de excepción, el ex vicepresidente de Banca Commerciale Italiana (Comit), Vincenzo Palladino, declarara el jueves ante el magistrado Antonio di Pietro que pagó al juez Diego Curto un total de 320 millones de liras (algo menos de 40 millones pesetas).

El dinero pagado por Palladino a Curto derivaba de las comisiones ilegales que se embolsó Palladino en su calidad de depositario de las acciones de ambas compañías durante el proceso de fusión. El juez Curto, de 68 años, que ya era investigado por diversas irregularidades, es el primer juez detenido por su implicación en el caso Enimont. Curto fue detenido ayer en la ciudad de Brescia, adonde se desplazó para evitar ser apresado en su propio despacho. Tras su detención, la policía italiana comenzó a registrar sus oficinas en la Audiencia de Milán.Los hechos por los que es acusado Curto se remontan al frustrado proceso de fusión entre las divisiones químicas de Montedison, la multinacional emblemática del grupo Ferruzzi, y el Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), el grupo energético estatal italiano.

El banquero Vincenzo Palladino actuó en 1991 como depositario de las acciones que el grupo Ferruzzi tenía en Enimont, cuando dicha participación fue secuestrada a petición del ENI, porque había detectado que el entonces presidente de Ferruzzi, el fallecido Raúl Gardini, estaba comprando subrepticiamente en bolsa a través de terceros las acciones que le hubieran permitido hacerse con el control absoluto de Enimont.

Proyecto paritario

El proyecto paritario -los dos socios principales se comprometieron a mantener participaciones idénticas del 40%- fue presentado como un hito en la historia de la química italiana, pero fracasó bajo el mencionado asalto de Gardini. En la cadena de incidentes que condujeron a la liquidación de la fusión, Palladino resultó también depositarlo del 40% de Enimont en manos del ENI, secuestrado a petición de Ferruzzi.Los magistrados milaneses ordenaron la detención de Palladino que había sido acusado por varios ex directivos de Ferruzzi de haber percibido, a su vez, del ENI una sustanciosa comisión de 2.000 millones de liras (más de 160 millones de pesetas) por su modesto trabajo de depositario de los títulos de ambas empresas, y otra equivalente -ésta cobrada en dinero negro- de la empresa Montedison.

Palladino, que recientemente sufrió un infarto, confirmó estos hechos el pasado miércoles ante Di Pietro, pero añadió que, de sus honorarios, él pagó 320 millones de liras al juez Diego Curto. Este fue quien nombró a Palladino depositario de los títulos, y también el que dio el visto bueno a la abultada comisión que el ENI pagó al ex presidente del Comit.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Palladino ha explicado incluso cómo pagó a Curto. Primero ingresó el dinero en una cuenta suiza, pero lo retiró después de que comenzara, hace meses, la investigación judicial sobre Enimont. En la última semana de julio, tras el suicidio de Gardini, el juez Curto le pidió a Palladino que le pagara su parte en efectivo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_