Israel y la OLP negocian su reconoclíniento mutuo
Representantes del Gobierno de Israel y de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) negociaban ayer su reconocimiento mutuo. Esto constituye una pieza fundamental en el acuerdo de principio quepondrá gradualmente, los territorios ocupados tras la guerra de 1967 bajo administración Palestina. La inminencia del reconocimiento formal entre dos enemigos que se persiguieron a muerte durante varias décadas fue anunciada por altos funcionarios deambos bandos en Washington. En la capital norteamericana se desarrollan las conversaciones oficiales, aunque simultáneamente, en otras capitales, se avanza en un complejo proceso de negociación que podría extenderse hasta la próxima semana.
La portavoz palestina en las negociaciones de Washington, Hanan Ashraui, dijo antes de comenzar la sesión de ayer que la redacción de un texto sobre el reconocimiento mutuo iba a ocupar el tiempo fundamental de estas conversaciones. Ashraui pronosticó incluso un desenlace positivo "en ese frente" antes de que concluyera el día de ayer.Con el mismo optimismo se expresó en Túnez, sede del cuartel general de la OLP, uno de los dirigentes de esa organización Yasir Abed Rabo, quien informó que el reconocimiento recíproco entre el grupo palestino y el Estado de Israel podría anunciarse "en unos días". Según Rabo, el reconocimiento será efectivo antes de la firma del acuerdo global, al que se dan ahora los retoques definitivos.
En Jerusalén, el ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, coincidió ayer con los representantes palestinos en las buenas perspectivas para el reconocimiento de los viejos enemigos irreconciliables. Peres, uno de los participantes en las negociaciones secretas que han logrado el histórico acuerdo, matizó, sin embargo, que no hay vinculación alguna entre el reconocimiento y la firma del acuerdo y no quiso contestar á la pregunta de quiénes serían los signatarios. En su lugar, el embajador de la OLP en Túnez, Hakam Balawi, declaró a la emisora de las Fuerzas Armadas israelíes que los firmantes serán el primer ministro Isaac Rabin y el presidente de la OLP, Yasir Arafat.
Fuentes próximas a las conversaciones de Washington informaron que el texto y las condiciones del reconocimiento mutuo se negocian simultáneamente en la capital norteamericana y "en Europa", seguramente en Oslo, donde israelíes y palestinos han sostenido ya catorce reuniones secretas en los -últimos meses para avanzar en el acuerdo de principios. Las mismas fuentes aseguraron que el fondo del compromiso sobre el reconocimiento se trata "en Europa", lejos de la atención de la prensa, mientras que las conversaciones de Washington sólo son la pantalla formal en la que se refleja lo acordado.
Todavía no se ha decidido si el anuncio oficial de la reconciliación entre Israel y la OLP se realizará en Washington o si lo harán de forma simultánea dirigentes de ambos lados en Túnez y Jerusalén. Tampoco se conocen los detalles del acuerdo sobre ese asunto, aunque distintas fuentes adelantan que al anuncio se añadirá una declaración oficial de la OLP en la que la central renuncie a la violencia.
Portavoces palestinos advirtieron que la OLP maneja con mucho cuidado esa declaración porque no quiere descartar por completo la vía armada de un pueblo que todavía sigue sometido a la ocupación israelí. En 1991 Arafat renunció públicamente a la violencia contra Israel fuera de los territorios ocupados. Ahora Israel quiere también que los dirigentes palestinos den por terminada la Intifada o la revolución de las piedras contra la ocupación. A cambio, Israel, que hasta ahora ha considerado a la OLP como una organización terrorista, debería admitir que ese grupo es el legítimo representante del pueblo palestino.
Representantes de ambas partes reconocen que este paso es muy difícil, pero consideran que facilitaría mucho la negociación del resto del acuerdo conocido como "Gaza y Jericó primero". Ese acuerdo permitiría la devolución gradual de los territorios ocupados a autoridades palestinas y la negociación, en un plazo de cinco años, del estatuto definitivo de esos territorios.
Fuentes de las conversaciones de Washington aseguran que la autonomía de Jericó y Gaza irá adelante aunque fracase el intento de reconocimiento mutuo, pero consideran que todo sería más sencillo si ambas partes pudieran empezar a hablar entre sí a partir de ahora públicamente.
El único acuerdo difundido ayer por fuentes próximas a la delegación israelí consistió en la oferta de reconsiderar la inminente vuelta a los territorios ocupados de parte de los 50.000 palestinos que permanecen bloqueados en Jordania, en su mayoría por cuestiones puramente administrativas. "Israel ha aceptado el retorno, por razones humanitarias, de parte de los palestinos que permanecen en Jordania porque no renovaron a tiempo sus permisos de estancia", declaró la misma fuente.
Secreto cálido en Oslo
La diplomacia Noruega ha desempeñado un papel clave a la hora de desbloquear en negociaciones paralelas lo que parecía estancado después de casi dos años de conversaciones en la mesa oficial del proceso de paz inaugurado en Madrid.A lo largo de la pasada primavera, una mansión centenaria en una pequeña ciudad próxima a Oslo, la capital de Noruega, acogió las reuniones secretas entre palestinos e israelies en las que se gestó el histórico acuerdo que está a punto de ser firmado y que podría poner fin a uno de los más largos y sangrientos conflictos que padece Oriente Próximo.
Los servicios de inteligencia noruegos se encargaron de aislar discretamente la mansión, impidieron a los excursionistas acercarse demasiado e hicieron creer a los vecinos que dos venerables catedráticos enfrascados en la elaboración de un importante tratado eran los que mantenían las luces encendidas hasta altas horas de la madrugada.
En realidad, dos delegaciones de palestinos e israelíes, acompañados por sus esposas, compartieron techo, tres comidas al día y copas hasta altas horas de la noche, en las 14 rondas de conversaciones informales en las que, en el cálido ambiente de la fría Noruega, se produjo el milagro del acuerdo.
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