La negativa del Bundesbank a bajar sus tipos deja indiferentes a los mercados financieros
El Bundesbank (el banco central alemán) renunció de nuevo ayer a bajar sus tipos de interés. Pese a las enormes expectativas, los banqueros de Francfort, que se reunían por primera vez tras la tormenta monetaria que a principios de mes obligó a modificar el Sistema Monetario Europeo, decidieron no bajar el precio del dinero y dejaron los tipos de descuento y lombardo en el 6,75% y 7,75%, respectivamente. Los mercados recogieron con tranquilidad elguante. Convencidos de que una rebaja de tipos es inevitable, antes o después, los inversores no se dejaron amilanar. La Bolsa de Madrid volvió a subir 1,71 puntos y alcanzó el 299,52%, a un paso de romper la barrrera psicológica del 300%.
Los últimos días, tanto expertos como inversores daban por segura una reducción de al menos un cuarto de punto del tipo de descuento. Los buenos datos de inflación contribuían a ello, puesto que uno de los objetivos del Bundesbank es precisamente su control. Según los datos preliminares de los tres Länder (Estados federales) más ricos, la inflación podría situarse a finales de mes en un 4,1%. Es una buena señal, aunque sigue siendo más del doble de lo que aspiran las autoridades monetarias.
Otra razón que ha contribuido a la decisión de ayer parece encontrarse en el aumento del dinero en circulación (M-3), que en julio subió un 7,5%, un punto por encima de lo previsto. Las autoridades monetarias han hecho saber que no se debe a las numerosas intervenciones a las que se vio obligado el Buba para defender el SME en su última crisis, sino a un crecimiento del crédito en Ale mania.
Pero la negativa del Bundesbank a bajar el precio del dinero supone también una limitación para la propia entidad. Según los analistas, al no haber cedido ahora, el Bundesbank sólo puede reducir otro de sus tipos (el llamado repo, que actualmente está en un 6,80%), en un 0,05%. Este dato les lleva a asegurar que la bajada será inevitable en la próxima reunión, el 9 de septiembre.
A este razonamiento se acogen los mercados. Los analistas consultados en Madrid estiman que las ligeras correcciones a la baja que ayer se dieron en el mercado de deuda pública hubiesen sido mayores si el Bundesbank hubiese rebajado sus tipos de interés en tan sólo un cuarto de punto. Básicamente, porque ello desvanecería la esperanza de recortes mayores en un breve plazo.
Al no hacerlo, las expectativas, y con ellas la euforia inversora que ha recorrrido las Bolsas y el mercado de deuda los últimos días, se mantienen hasta la próxima reunión del Bundesbank. "Aplazadas pero reforzadas", según un analista.
Las ventas se impusieron al inicio de la sesión, tanto en Bolsa como en deuda pública. El índice de la Bolsa de Madrid llegó a perder 2,89 puntos. Sin embargo, repuntó poco después para acabar subiendo 1,71 puntos y rozar el 300%, sin que la decisión del Bundesbank lograse frenarle.
Los tipos de cambio de las divisas, sin embargo, se mostrarán más sensibles a la decisión del Bundesbank, según los expertos. De momento, la peseta, junto con el resto de monedas del Sistema Monetario Europeo (SME), se depreció ayer ligeramente frente al marco alemán. Perdió 18 céntimos frente al dólar y 15 frente al marco. En Madrid, marcó un cambio medio de 80,656 pesetas por marco y 135,647 frente al dólar. Parecidos movimientos experimentaron el franco francés y el escudo portugués.
La divisa española se mantendrá en la banda de las 81-82 pesetas por marco la semana que viene, según analistas y operadores, que creen que a medida que se acerque la próxima reunión del Bundesbank y con ella las expectativas de un recorte de tipos en Alemania, la peseta se volverá a apreciar.
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