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Un convoy con 200 toneladas de alimentos entrará hoy en la zona musulmana de Mostar

Miguel Ángel Villena

ENVIADO ESPECIAL Un total de 19 camiones, el máximo número disponible por ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), transportará, casi con toda seguridad, en la tarde de hoy, unas 200 tone ladas de alimentos y de medicinas hasta el sector musulmán de Mostar, que se encuentra sitiado desde hace más de dos meses. Un intercambio de cadáveres, que será supervisado por el coronel Ángel Morales, jefe de la Agrupación Canarias, fue la principal condición impuesta ayer por los ban dos en conflicto para permitir la entrada del convoy. Entre 30.000 y 50.000 personas, según distintas fuentes, aguardan la comida y medicinas para aliviar una situación desesperada en medio de una ciudad desangrada y exhausta por los combates desde el mes de mayo.

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Los mandos de los cascos azules españoles negocian desde hace semanas el restablecimiento de la ayuda humanitaria en Mostar, la capital de Herzegovina y una ciudad que contaba con más de 120.000 habitantes antes de la guerra. No obstante, hasta la pasada semana no fue posible que la Agrupación Canarias escoltara sendos pequeños convoyes con medicinas a los sectores croata y musulmán de Mostar.Sin agua ni electricidad, los habitantes de esta ciudad viven unas dramáticas y desesperadas condiciones de vida, que se agravan todavía muchísimo más en el caso de los musulmanes. Mientras los soldados del Consejo de Defensa Croata (HVO) disponen de una retaguardia que les permite abastecerse de alimentos, de agua y de armas sin mayores problemas, la Armija (Ejército musulmán) y la población musulmana sólo disponen de una complicada y larga ruta de montaña desde Jablanica para recibir víveres o municiones.

Entre las decenas de miles de personas atrapadas en los barrios musulmanes, situados al este del río Neretva, se encuentra un buen número de refugiados de pueblos y aldeas cercanas.

Macabro tira y afloja

Las autoridades croatas exigieron ayer la entrega de nueve cadáveres de soldados del HVO, en poder de sus enemigos musulmanes, para permitir el paso del citado convoy por los accesos a Mostar que controlan. Tras un largo y macabro tira y afloja entre los dos bandos, el coronel Morales presidirá hoy un intercambio de cadáveres, cuya cifra no ha sido aún determinada, en una antigua fábrica situada junto al aeropuerto de Mostar, en una especie de tierra de nadie.Otra condición impuesta por los musulmanes se refería a la necesidad de que el convoy de ACNUR transportara 500 toneladas de alimentos, pero la organización de ayuda a los refugiados sólo dispone de 19 camiones en esta zona, lo que limitará a 200 toneladas la cantidad que hoy escoltarán los cascos azules españoles.

Los jefes militares españoles reconocieron ayer el clima de diálogo que parece empezar a imponerse y mostraron su confianza en poder formar una comisión mixta entre los dos bandos para negociar cuestiones humanitarias en el futuro. El restablecimiento de la luz y del agua, cuya llave tienen los musulmanes en Jablanica, aguas arriba del Neretva, debe ser un elemento de negociación a medio plazo, según señaló ayer el coronel Morales. El ministro de Defensa del HVO, Bruno Stojic, y el general Suleimán, segundo jefe del IV Cuerpo de Ejército de la Armija, fueron ayer los interlocutores de los militares españoles de la ONU.

Con un frente de guerra estabilizado a ambos lados del río Neretva desde hace meses, los avances bélicos han sido prácticamente insignificantes. La mayor superioridad artillera y de material militar de los croatas no ha conseguido imponerse a los mayores efectivos de infantería de los musulmanes, mientras la que fuera bellísima capital de la Herzegovina, Mostar, se ha despoblado en un éxodo incesante de refugiados que huían de estas matanzas. La ciudad fue parcialmente destruida por los serbios durante el verano y el otoño de 1992, al principio de la guerra en Bosnia.

Los antaño aliados permitieron posteriormente, durante más de medio año, el tráfico fluido de convoyes con ayuda humanitaria hacia Bosnia central y hacia Sarajevo, escoltados en aquellas fechas por la Agrupación Málaga. El relevo con la Agrupación Canarias coincidió con el estallido de hostilidades entre croatas y musulmanes. La irrupción de la guerra en la región de Mostar y diversos accidentes han costado la vida a 10 cascos azules españoles desde el pasado mes de mayo.

En Bruselas, la presidencia de la Comunidad Europea, que este semestre recae sobre Bélgica, inició ayer una ronda de consultas sobre la propuesta lanzada el viernes por los mediadores internacionales, David Owen y Thorvald Stoltenberg, de que la CE asuma el control y la administración de la ciudad de Mostar durante un plazo de hasta dos años, en un estatuto equivalente al de Sarajevo, informa Tomás Álvarez.

El Reino Unido y Francia se han mostrado proclives a atender esta demanda, a pesar de las dificultades que entraña. "La CE no está acostumbrada a tomar ciudades", dijo ayer un diplomático británico, que añadió que, pese a todo, su país no pondría objeciones a una medida que forma parte de un plan de paz.

El portavoz francés aseguró que su país "daba la bienvenida a la propuesta", aunque dependía de los Doce el llevarla a cabo. Ni Alemania ni Portugal se manifestaron al repecto, mientras Holanda mostró varias objeciones que no fueron concretadas. Fuentes comunitarias aseguraron que antes de tomar una decisión definitiva tendrá que celebrarse, dada la novedad de la cuestión, una reunión ministerial.

De momento se ha abierto un paréntesis diplomático en el que las partes en conflicto deberán discutir antes del próximo día 30 la propuesta de constitución de la Unión de Repúblicas de Bosnia-Herzegovína presentada la pasada semana en Ginebra por Owen y Stoltenberg. A pesar de todo, los enfrentamientos armados continúan entre serbios y musulmanes en el norte de Bosnia, en el área de Brcko.

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