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Tropas españolas entran en el barrio musulmán de Mostar con medicinas

Miguel Ángel Villena

Un convoy compuesto por siete blindados, dos de ellos cargados con medicinas y plasma sanguíneo, logró entrar ayer en el barrio musulmán de Mostar, que sufría un aislamiento total desde hace dos meses. La caravana, que no había podido acceder a esa zona el pasado viernes por la oposición de los croatas, estaba encabezada por el responsable civil de Unprofor (fuerza de protección de la ONU), Cedric Thomberry, y por el jefe de la Agrupación Canarias, el coronel Ángel Morales. Alrededor de 35.000 musulmanes se encuentran atrapados al este del río Neretva, que marca la línea del frente de combate en pleno centro urbano.

La población civil del barrio musulmán de Mostar recibió con aplausos la llegada del convoy, pero las lágrimas sucedieron a la alegría cuando descubrieron que el convoy no transportaba alimentos. Los soldados españoles repartieron paquetes de sus raciones personales entre los civiles que se arremolinaron en torno para recogerlos.

Un portavoz de la Agrupación Canarias manifestó ayer a este diario que la entrada en el sector musulmán de Mostar se había logrado tras más de dos horas de negociaciones con las autoridades militares croatas y musulmanas. Un convoy de similares características entró el pasado jueves en la zona de Mostar bajo control del Consejo de Defensa Croata (HVO) y pudo visitar el hospital. Según un corresponsal de la agencia Reuter que viajaba en el convoy, éste fue tiroteado por francotiradores cuando atravesaba la zona controlada por las tropas croatas.

Los mandos de la Agrupación Canarias negociaban ayer intensamente con los dos bandos en conflicto en toda esta región para que permitan la entrada de un gran convoy en los próximos días que pueda transportar cantidades de alimentos suficientes para una población hambrienta y desesperada.

El batallón español en Bosnia se encuentra desplegado en una zona donde confluyen las tres facciones armadas. Los serbios están situados en las montañas al este del río Neretva mientras los croatas y musulmanes se disputan ferozmente todo el territorio de una extensa área que abarca desde Mostar, al sur, hasta Konjic, al norte, cerca de Sarajevo.

Cuatro campamentos

La Agrupación Canarias y sus 1. 100 cascos azules están desplegados en la actualidad en cuatro campamentos: Divulje, Dracevo, Medjugorje y Jablanica. Un convoy de ayuda logístico consiguió ayer también entrar en la sitiada Jablanica, un pequeño pueblo en poder de los musulmanes y bombardeado por los croatas, para llevar alimentos y suministros a los 130 legionarios instalados en aquel campamento avanzado.Desde el pasado mes de mayo el HVO y la Armija (el Ejército musulmán) combaten casa por casa en Mostar, una ciudad que contaba con 120.000 habitantes antes de la guerra y que ya fue parcialmente destruida por los serbios a comienzos del conflicto, en el otoño de 1992.

Los intensos combates han causado ahora una catástrofe cada día mayor en la capital de la Herzegovina, que ha visto destrozados todos sus puentes, así como fábricas, instalaciones industriales y polígonos de viviendas.

Por otra parte, el arzobispo católico de Bosnia, Vinko Puljic, y el líder musulmán, Mustafá Ceric, realizaron ayer un llamamiento en Sarajevo en favor del entendimiento religioso y de la colaboración entre las comunidades que ahora se encuentran en guerra.

Estas manifestaciones fueron hechas durante la presentación del proyecto Una contribución para sobrevivir que se desarrollará en Bosnia desde mediados de septiembre hasta el 16 de diciembre. La iniciativa culminará con un festival cultural y artístico en Sarajevo, que está organizado por las televisiones públicas de Bosnia, Croacia, Italia, Hungría y Suiza.

Precisamente ayer, un grupo de 21 ciudadanos judíos de la capital de Bosnia, miembros de una comunidad que ha permanecido en Sarajevo durante más de cuatro siglos, abandonaron la ciudad en dos autobuses escoltados por vehículos blindados de la Unprofor. La mayoría de los judíos que participan en este éxodo son mayores de 65 años. "Están todos muy nerviosos", declaró ayer Jakob Finci, miembro de la comunidad judía de Sarajevo. "Es muy difícil meter toda una vida en una bolsa y abandonar para siempre tu ciudad natal", añadió Finci.

Los evacuados ya no sufrirán los horrores de la guerra que sacudió de nuevo ayer Sarajevo. Según Radio Bosnia, tres civiles resultaron gravemente heridos por un proyectil serbio en Kobilja Glava, un barrio al norte de la ciudad. Por su parte, fuentes militares serbias citadas por la agencia Tanjug serbia aseguran que varios puntos de Herzegovina estallaron combates "inopinadamente".

Control aerotáctico

El destacamento de control aerotáctico enviado por el Ejército del Aire español Bosnia para proteger a la Agrupación Canarias partió ayer por la mañana de la base de Torrejón (Madrid) a bordo de un avión Hércules. Sólo viajan 15 de los 27 militares previstos, pues a última hora del pasado viernes se decidió reducir el contingente, por consejo del cuartel general de Unprofor. El jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Ramón Fernández Sequeiros, atribuyó esta reducción a la distensión que se ha producido en los últimos días en Bosnia.

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