Sarajevo quedará bajo tutela del Consejo de Seguridad de la ONU
Musulmanes, serbios y croatas de Bosnia pactan en Ginebra la libertad de movimientos para los 'cascos azules'
El australiano John Mills, portavoz de las conversaciones de Ginebra sobre Bosnia, saltó al filo de las nueve de la noche de ayer la barandilla de un, patio del Palacio de las Naciones que protege del, asedio de los periodistas al serbio Radovan Karadzic, al musulmán Alia Izetbegovic y al croata Mate Boban. Sin perder la compostura, Mills informó del primer gran logro de una conferencia que se presenta como la gran oportunidad, tal vez la última, para que la paz, aunque no sea justa, llegue a la antigua república yugoslava: las tres partes han acordado en principio que Sarajevo, la capital que sufre un angustioso cerco que dura ya 16 meses, se convierta en zona desmilitarizada bajo la administración interina de las Naciones Unidas.
De las 10 municipalidades que constituyen Sarajevo, sólo una, la que incluye Pale, la capital política de la autoproclamada República Serbia de Bosnia, queda fuera del compromiso. Principio básico de éste es que las únicas armas permitidas en esa zona, que incluye desde el centro de la ciudad hasta el aeropuerto o las alturas de Igman y Bjelasnica, serán las de la ONU. El presidente musulmán comentó lacónico al término de la reunión: "Ha habido pequeños progresos". El líder croata Mate Boban, interrogado sobre si el mismo tipo de acuerdo sería aplicable a la ciudad de Mostar, donde croatas y musulmanes libran una fiera batalla, dijo con ironía: "Y a Tuzla, y a Srebrenica, y a Gorazde...", los enclaves musulmanes rodeados por los serbios.Un comité especial formado por un musulmán, un serbio y un croata presentará hoy mismo sus recomendaciones. También examinará las cuestiones relativas a la policía civil, la coordinación con los administradores de la ONU y el funcionamiento de las autoridades municipales. En cuanto a los aspectos militares se estudiarán por el grupo específico de negociación dentro de la conferencia de paz.
No se dio ninguna indicación concreta del periodo de tiempo en que estará en funcionamiento esta administración provisional, pero los mediadores, en sus recomendaciones al Consejo de Seguridad, hablaron en su momento de un año.
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Sarajevo será desmilitarizada y controlada por la ONU
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Tampoco se informó ayer del momento exacto en que entrará en vigor el nuevo estatuto, aunque se supone que ello ocurrirá cuando los avances en otros campos permitan hablar de solución global al conflicto que ha llenado de cadáveres los cementerios y ha expulsado de sus hogares a cientos de miles de personas.
El comité creado para estudiar la situación de la ciudad no tendrá ninguna capacidad decisoria, sino simplemente informativa, según subrayó ayer el portavoz de los mediadores. Está previsto que el musulmán Mohamed Filipovic, el serbio Moncilo Kraslinik y el croata Miro Lasic se reúnan esta mañana y presenten sus recomendaciones sobre el estatuto interino de la capital.
Después de la reunión en la que se alcanzó el compromiso para desarmar Sarajevo, sólo Mate Boban, el representante croata, era claramente optimista: "Lo más importante es que hayamos sido capaces de alcanzar un acuerdo", subrayó, pero criticó la actitud de sus compañeros de mesa. Según Boban, tanto serbios como musulmanes negocian según el principio de que Io que es tuyo es nuestro y lo que es mío es sólo mío".
El portavoz del líder serbio Karadzic, Jovan Zameteca, indicó que el estatuto interino de Sarajevo "está todavía en estudio". Sin embargo, añadió: "Ha habido muy buena voluntad de parte de las tres facciones y esperamos que esta buena atmósfera se mantenga".
El australiano Mills reiteró que la atmósfera había sido "buena" a lo largo de toda la jornada, y añadió que en la discusión se habían abordado también problemas relativos a las localidades de Mostar, capital de Herzegovina, y de Brcko, próxima a la frontera norte de Bosnia con Croacia.
Cuestión de mapas
"Ahora se discuten otras cuestiones de mapa", añadió Mills, que horas antes, había anunciado otro acuerdo, tal vez menos importante pero que, sin duda, fue acogido con alivio por los cascos azules españoles desplegados en Bosnia central y objeto desde hace varias semanas del fuego, a veces mortífero, de los bandos en conflicto. Los tres jefes políticos de Bosnia se comprometieron a ordenar, con carácter inmediato, que se dé vía libre a las fuerzas de la ONU en todo el territorio de la república. Una libertad de movimientos que, de. confirmarse sobre el terreno, facilitaría también la acción de las organizaciones humanitarias y aliviaría el cerco de las zonas protegidas.
Izetbegovic, Boban y Karadzic continuarán hoy dibujando el mapa de la futura Bosnia. Está previsto que esta mañana serbios y musulmanes mantengan. un encuentro bilateral para discutir sobre la situación territorial en Bosnia oriental. A primera hora de la tarde, los mediadores pretenden sentar a las tres partes en la misma mesa. La retirada serbia de los montes Igman y Bjelasnica, que dominan Sarajevo, y la relajación del cerco sobre la capital, permitieron el milagro de que se reanudase un diálogo en el Palacio de las Naciones de Ginebra que, 12 días antes, había sido interrumpido por Izetbegovic en protesta por la nueva ofensiva serbia. Un retraso de Boban, achacable más a los aviones que a su voluntad, mantuvo durante media hora un suspense que anteriores bloqueos se empeñaban en justificar.
Pero las primeras declaraciones no fueron muy alentadoras: "Cualquier parte que intente introducir cambios fundamentales al mapa ya acordado es que no quiere la paz, sino la guerra. Y me temo que en la actual situación eso significaría la división permanente de Bosnia. El país está hecho pedazos y nada podrá recomponerlo, ni siquiera la intervención militar exterior, excepto la voluntad de las partes", dijo Boban.
Izetbegovic denunció los asesinatos, expulsiones y detenciones masivas de musulmanes en Mostar y en el conjunto de Herzegovina", que en sus palabras "ha sido completamente cortado del resto del mundo" y cuya población "es torturada de hambre y sed". El todavía presidente bosnio exigió a las organizaciones internacionales que entren en la zona urgentemente para determinar la dimensión de la catástrofe y proporcionar la indispensable ayuda a la población civil. Y amenazó con que si su petición no es atendida las autoridades bosnias reconsiderarán su "futura participación en las conversaciones bilaterales con la delegación croata". Pero eso fue antes de que se anunciara el trascendental acuerdo sobre Sarajevo.
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