Juan Pablo II defiende en México la labor humanitaria de la Iglesia católica durante, la colonización de América

El papa Juan Pablo II eximió ayer en México a la Iglesia católica de cualquier responsabilidad en los abusos cometidos en la colonización de América y la situó cómo defensora infatigable de los indios y protectora de los valores que había en sus culturas. "La Iglesia fue promotora de humanidad frente a los abusos de colonizadores sin escrúpulos", dijo el Papa ante 2.500 indígenas de toda América reunidos en Izamal, en el Yucatán mexicano.Con su presencia ayer en México, punto intermedio y breve de un periplo americano que empezó el lunes en Jamaica y que continuará esta tarde en la ciudad norteamericana de Denver (Colorado), el Papa cierra el ciclo de encuentros relacionados con el V Centenario de la evangelización de América, que se iniciaron el 12 de octubre del pasado año en la República Dominicana, continuó este mismo año en España y concluye ahora con este recorrido que terminará en Estados Unidos.

Al contrario que el año pasado en Santo Domingo, donde el Papa pidió perdón por los errores del Descubrimiento, en Yucatán todo ha estado centrado en el aspecto pastoral y en el reconocimiento de las civilizaciones prehispánicas.

En su encuentro con los indígenas de todo el continente, celebrado por la mañana en el santuario de la Virgen de Izamal, Juan Pablo II pidió a los pueblos autóctonos de América que "conserven con sano orgullo la cultura de sus antepasados".

La visita a Yucatán, que concluirá hoy, se inició en Mérida, donde el Papa fue recibido por el presidente de México Carlos Salinas de Gortari. Fue un encuentro histórico porque, pese a ser la tercera visita papal a este país, es, sin embargo, la primera que hace como jefe de Estado, ya que no hace un año aún que México restableció, después de más de un siglo, sus relaciones con la Iglesia.

Juan Pablo II tuvo un recuerdo, en el mismo aeropuerto de Mérida y en presencia del presidente Salinas, hacia el cardenal Juan Jesús Posadas, que murió hace tres meses en Guadalajara víctima de un fuego cruzado entre bandas de narcotraficantes.

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