La venganza del 'camello' The courier

A finales de la pasada década, en una de las zonas más sórdidas de Dublín, un mensajero que trabaja con regularidad para la misma compañía y sueña con independizarse, descubre que es utilizado como camello por un importante traficante de drogas de la ciudad para distribuir mercancía y dinero. Y entonces, tal como le dice su amiga: "¿Te has creído que eres Clint Eastwood haciendo del policía Harry Callaghan?", el decide poner en marcha un plan de venganza, pero con la ayuda de la brigada antidroga de la ciudad. Con estos elementos nada originales, pero que dejan muy claro que no se trata de una producción norteamericana al uso, sino de una irlandesa, los debutantes Frank Deasy y Joe Lee, hacen un policiaco efectivo, que funciona bien. Su máximo aliciente es hacer un tan feo como realista dibujo de su ciudad natal, y demostrar que para hacer un policiaco no es necesario seguir los trillados caminos de violencia que emplean las carísimas producciones de Hollywood. Realizada hace cinco años, entre los nombres de su equipo destaca el de Neil Jordan, uno de los productores ejecutivos, entonces un realizador que acababa de tener su primer éxito y hoy famoso director en Irlanda tras su lamentable paso por la industria norteamericana; así como el del actor Gabriel Byrne, otro irlandés que no sólo resulta imprescindible en los repartos de las películas del país, sino que también trabaja habitualmente en Estados Unidos, y el ya clásico lan Bannen, especializado en la creación de policías. Junto a ellos no hay que olvidar a la pareja protagonista, tanto Padraig O'Loingsigh como Cait O'Riordan, que no sólo tienen la virtud de crear unos muy convincentes personajes, sino la nunca demasiado ponderada de no tener físico, voz, ni maneras de actores.