Un pueblo de Segovia se opone al traslado de un 'greco'
Un óleo sobre lienzo, atribuido a Doménico Theotocopulos, El Greco, del siglo XVI, denominado El Calvario lleva cerca de 11 años depositado en un calabozo del cuartel de la Guardia Civil de la localidad segoviana de Martín Muñoz de las Posadas en espera de que concluyan las obras de restauración de la iglesia parroquial, paralizadas por la quiebra de la empresa constructora. Mientras, los vecinos se oponen a su posible traslado al museo provincial de Segovia, y las autoridades locales aseguran que, de llevarse a cabo éste, se provocaría "un Fuenteovejuna y graves problemas de orden público".La reciente apertura de un expediente por la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla yLeón para trasladar el cuadro al museo segoviano hasta que terminen las obras de la iglesia y liberarlo del calabozo ha reavivado la polémica en tomo a esta obra, que pudo llegar a Martín Muñoz de las Posadas al despoblarse la localidad de Navalperal, en 1834. Aunque no dudan de que en este óleo -que mide 1,74 por 1,11 metros, donde se aprecia un Cristo crucificado con san Juan Evangelista y la Virgen, uno a cada lado de la cruz, y un orante- está claramente representada la escuela de El Greco, los expertos como Alonso Zamora, director de los Museos del Estado en Segovia, no se atreven a confirmar o negar la autoría de la obra y aconsejan un estudio completo.
Sin embargo, el cura párroco, Miguel Sobrado, asegura que otros investigadores, como miembros de la Universidad de Barcelona, tras examinar la obra con lupa y rayos ultravioleta, han concluido que se trata de una pintura de Doménico Theotocopulos, del siglo XVI, pero que ha sufrido repintes posteriores, como las nubes y la cara del orante, y que además tiene la firma de El Greco en la parte inferior del lienzo.
Lo cierto es que, según Sobrado y Francisco Javier Martín, del PSOE, alcalde de Martín Muñoz, una localidad agrícola de apenas 600 habitantes, el cuadro es considerado por los vecinos como algo suyo, y se oponen rotundamente a que sea trasladado a otro lugar; advirtiendo, como lo han hecho llegar a la Dirección General de Patrimonio en el escrito de alegaciones presentado al expediente, "que se pueden provocar alteraciones del orden público y un nuevo Fuenteovejuna si el cuadro sale del pueblo".
Ya en 1940, cuando iba a ser trasladado para su restauración en el Instituto Central de Conservación de Obras de Arte de Madrid, los vecinos se amotinaron y volcaron el vehículo de los funcionarios que fueron a recoger el cuadro, que finalmente pudo salir del pueblo debido a la mediación del que fuera director general de Bellas Artes, Juan de Contreras, marqués de Lozoya, y escoltado por dos concejales de la corporación municipal. Recientemente, el vecindario ha impedido otras dos salidas más del lienzo.
