Importante película biográfica
Las últimas obras del gran realizador sueco Ingmar Bergman tienen tono autobiográfico y giran en tomo a las relaciones de sus padres entre sí y con él. Esto ocurre en Fanny y Alexander (1982), en Las mejores intenciones (1992) y en Niños del domingo (1992).Lo que ocurre es que tras Fanny y Alexander, a los 64 años, cuando está en uno de sus mejores momentos creativos, y por una compleja mezcla de pudor y cansancio, Bergman decide retirarse del cine, de manera que tanto Las mejores intenciones como Niños del domingo sólo están escritas él y dirigidas por otros.
Niños del domingo es todavía mejor que Las mejores intenciones y se sitúa a la altura de la versión original para televisión de Fanny y Alexander. Sin olvidar que la narración de Daniel Bergman tiene un calor y una vivacidad que queda bastante lejos de la excesiva frialdad de Bille August y casi iguala a la fuerza narrativa de su padre Ingmar Bergman.
Niños del domingo
Daniel Bergman. Guión: Ingmar Bergman. Suecia, 1992. Intérpretes: Thommy Berggren, Henrik Linnros, Lena Endre. Cine Renoir (v. o.).
Basada en una pequeña anécdota incluida en la autobiográfica Linterna mágica, narra la excursión que realiza un domingo del verano de 1926 el pastor Bergman acompañado de su hijo Ingmar, de ocho años, a una pequeña iglesia situada a unos 30 kilómetros de su mansión de veraneo. Esto le vale para, en una impresionante primera parte, describir el idílico lugar donde está situada la casa y las relaciones entre sus múltiples habitantes, pero desde el punto de vista de un niño.
A medida que la historia avanza, no tardan en descubrirse los múltiples problemas que se ocultan bajo la idílica apariencia. Y la dura relación paterno filial no sólo trasciende la anécdota por sí misma, sino que hay largas entrevistas situadas en 1968 entre un padre ya mayor, cerca de la muerte, y un Ingmar Bergman famoso director de cine.
Daniel Bergman demuestra ser un gran narrador, un perfecto recreador del mundo íntimo de su padre, pero también un excelente director de actores. Thommy Berggren y Lena Endre, que encarnan a los padres, estén muy bien, y el pequeño Henrik Linnros, sobre el que descarga el mayor peso de la historia, es perfecto. Con sus grandes ojos azules va descubriendo los problemas que se esconden en el idílico mundo de unas vacaciones de verano, pero teñidas por la presencia de la muerte, el sexo y la religión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El clima extremo azota Estados Unidos de costa a costa en estas navidades
Salvador Illa usa su mensaje navideño para alertar sobre el auge ultra: “Sin humanidad no se puede construir un país”
Bonoloto: comprobar sorteo del viernes 26 de diciembre
Cuponazo de la ONCE: comprobar sorteo del viernes 26 de diciembre
Lo más visto
- De celebrar el Gordo a temer no cobrarlo: la comisión de fiestas de Villamanín se dejó en casa un talonario vendido antes del sorteo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Los socialistas valencianos reclaman a Feijóo que entregue a la jueza de la dana la conversación íntegra con Mazón
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación




























































