El minifundismo, y no la concentración, es el problema de la prensa en España, dice Cebrián
Llamamiento al repeto de las reglas juego profesionales
El proceso de concentración en los medios de comunicación es un fenómeno inevitable en una economía capitalista, pero hoy en España los :riesgos están más en el campo opuesto: un excesivo minifundismo que facilita la penetración de los grandes grupos de comunicación europeos. Esta fue una de las reflexiones finales de Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA, en la jornada final del seminario Creadores de opinión, que concluyó con una llamada al restablecimiento de las reglas del juego en la competencia profesional porque en la democracia "no vale todo".
EL PAÍS, La conferencia de clausura fue pronunciada por Francisco Pinto Balsem:io, director del semanario portugués Expresso, que habló sobre las nuevas tecnologías que están transformando el mundo de la comunicación.Antes de que su invitado portugués tomara la palabra, Cebrián quiso abordar dos temas que, en su. opinión, habían quedado soslayados durante la semana de conferencias y debates: la concentración de medios y la relación entre medios públicos y privados.
Sobre el primer tema señaló que hay que "aprender a convivir" con la concentración de medios de, comunicación, dado su carácter inevitable en una economía capitalista. En u opinión, ese proceso tiene efectos "positivos y perversos". Entre los primeros citó la mayor capacidad de supervivencia que la concentración facilita a medios pequeños de ámbito local y regional que, faltos de apoyos financieros, industriales o tecnológicos, a veces mueren. "Inmersos en una organización mayor pueden, primero, mantener su supervivencia, y luego, su independencia".
Concentración y calidad
Por otra parte, añadió, está demostrado que la concentración de inversión financiera, humana y tecnológica "aumenta la calidad de los medios y, por tanto, aumenta la calidad del servicio a los usuarios". Los pequeños grupos de comunicación no pueden hacer esas inversiones en la obtención de información, análisis o documentación".
Entre los efectos perversos de la concentracion señaló aquellos que acechan al pluralismo y la libertad de expresión. "Si uno analiza la historia reciente", añadió, "y ve los países donde existe mayor concentración de los medios de comunicación, éstos son los que han gozado de más libertad de prensa -Estados Unidos, Japón, el Reino Unido, Australia o Canadá". La paradoja es que en los "países donde la prensa ha estado más atomizada es donde los medios han sido más débiles para soportar las presiones del poder político y económico".
Esta situación, sin embargo, "no quiere decir que no haya que buscar sistemas para garantizar la autonomía de las redacciones y el pluralismo de los medios".
El consejero delegado de PRISA dijo que es "obligación de los medios españoles continuar en un proceso de crecimiento que les permita, por un lado, defenderse de la penetración excesiva del exterior, y por otro, implantarse ellos en el exterior, sea en Europa sea en América Latina, que son los dos mercados naturales propios de nuestra expansión económica".
Sobre medios públicos y medios privados recalcó que esa división responde a dos concepciones de la información: una que considera que es un derecho público y otra que considera que es un derecho individual de los ciudadanos.
En su opinión, en los países occidentales se considera que la información es uno de los derechos políticos de los ciudadanos y, por tanto, algo en lo que el Estado debe mantenerse al margen, dado que, por su peso, "puede hacerle acumular una cantidad de poder insoportable para las necesidades de una democracia y de la difusión del poder en una democracia".
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